jueves, 29 de marzo de 2012

TENSO FINAL DE UNA ACOTADA SEMANA DE DEBATE (Día 7)

En la jornada de jueves la audiencia comenzó a sazonarse, pues hubo fuertes declaraciones que pusieron a Jonathan Arias y a Alberto Flores en el ojo de la tormenta. En el día de hoy poco se mencionó a Cristian Bizone, ya que los testimonios no tocaron de cerca al viudo. Entre los testigos estuvieron presentes,  Ramona Peludero, la mujer que involucró a Arias en la causa; el joven que encontró el bolso con pertenencias de Lorena en Córdoba y  Roberto Monjes, quien recibió el celular de la víctima de manos de Flores en la Galería Norte del centro cordobés.

Jonathan Arias escucha con atención a los testigos
Sin dudas, uno de los testimonios más esperados en el juicio fue el de esta mujer, Ramona Peludero, quien hizo girar las miradas hacia Jonathan Arias como uno de los responsables del crimen de la farmacéutica. Comenzó con su discurso, haciendo referencia a su profesión y a su vida personal, dijo: “Soy prostituta porque la vida no me dio otra chance, no me interesa que la sociedad me condene”. La mujer relató que Arias llegó a la whiskería que ella regenteaba uno o dos días posteriores a lo ocurrido, cerca de las 8 de la mañana, cuando el negocio ya estaba cerrado.

Palabras cruzadas
Aquella mañana, el joven llevaba un bolso en la mano cargado con bebidas que traía para venderle, pero además estaba mal y drogado. “Me pidió plata y me dijo que con lo que había luqueado no le alcanzaba”, declaró Peludero y agregó, “se puso pesada la de la farmacia, yo no le hice nada, me dijo el Jony”. Al parecer a esta señora y el joven, los unía una relación, pues Arias era amigo de Yeye Pucheta, hijo de Peludero.
Ese día Ramona le prestó 40 o 50 pesos para que se fuera de Arroyito, argumentando que quería ayudarlo porque sabía que estaba metido en cosas feas a pesar de que era un buen chico. Aclaró delante de todos y ante la pregunta del Fiscal, que Arias jamás le dijo a ella que había matado a Lorena, solo le dijo que le había sacado dinero. Este encuentro con Jonathan fue antes de que ella se anoticie del crimen. Cuando se enteró de lo sucedido con Auban, comenzó a relacionar lo que sabía.
En una parte importante de su relato, Peludero comenzó a apuntar a la policía, molesta porque a su entender, habían convertido a su hijo en un monstruo, no lo dejaban tranquilo y por más que no hubiese hecho nada, lo detenían seguido. Cabe destacar que Pucheta estaba detenido cuando esta mujer fue a declarar sobre Arias. En cuanto a su participación en la detención del joven, dijo que ella estaba en la Comisaría con Cabral, el comisario con quien tenía mucha confianza, y allí se comunicó con Arias y quedó de juntarse con él. Argumentó que la policía le había intervenido el teléfono, que de esa manera la encontraron. No hizo referencia que haya cooperado con la policía, tal como lo indicó el policía Cabral.
En un momento del testimonio, el Fiscal Pezzano solicitó la lectura de su declaración anterior, cuando procedieron a leérsela, ella aseguró que no era lo que había dicho, totalmente convencida, negó sus dichos anteriores de la comisaría. En la primera declaración, Peludero, afirmó que Arias le dijo: “Cuando me di cuenta estaba muerta, agarré un remis en la calle y me fui”. La mujer aseguró que eso no lo había dicho y que le hicieron firmar sin leer, porque apenas sabe hacerlo.
Luego el Dr. Alvarez, abogado de Arias le preguntó si en la policía era común hacer trueque. Su respuesta fue clara, dijo: “Sí, algunos lo hacían, nada es gratis en esta vida”. La mujer no puntualizó detalles a lo largo de su declaración, por momentos fue difusa y no dio respuestas exactas, cuando la interrogaron, no contestó directamente sino con experiencias personales que tal vez se alejaban del esclarecimiento de este crimen.
Por otro lado, especificó que conocía al Calmao Flores de Tránsito, porque cuando ella era chica vivió allí. Además destacó que veía esporádicamente a Flores y éste le había prestado dinero para pagar una fianza que dejó en libertad a su hijo.
Al finalizar su declaración hubo gritos en la sala por parte de la madre de Jonathan Arias. La mujer reaccionó ante las palabras de Peludero, quien la calificó de madre fría y alejada de su hijo. Por supuesto, la señora fue retirada de la sala. Su reacción fue comprensible, pero fuera de lugar.

El bolso
Después de un pequeño cuarto intermedio, declaró Gustavo Martel, el joven que encontró el bolso con las pertenencias de Lorena en inmediaciones de la terminal de ómnibus de Córdoba. Relató que el 25 de junio, estando en la Capital por un trámite, vio el bolso en un cantero frente al viejo Hospital de Niños y lo levantó, pudo observar que estaba abierto. Dentro de él había una cartera marrón, tarjetas de crédito y una agenda con números telefónicos. De allí sacó el contacto para comunicarse con los Auban.
Señaló que ese mismo día prestó declaración en la policía y desde las 16 horas que encontró el bolso, debió permanecer en la ciudad hasta las 23, pues este joven es oriundo de la provincia de San Luis. La querella consultó si dentro del bolso pudo advertir la existencia de un guante, cajas de pastillas o perfumes, a lo que Martel respondió negativamente. Dijo que no se fijó en los bolsillos, pero que en el mismo lugar de la agenda, no había nada.

El teléfono

Este es el modelo de celular que Lorena tenía y Flores vendió en la Galería Norte
El señor Monjes, fue quien complicó a Flores en esta causa. Recordemos que este hombre es propietario de un local comercial en la Galería Norte del centro cordobés que vende teléfonos celulares. Luego de que el teléfono de Lorena fue rastreado, se llegó hasta él.  En su declaración de hoy ratificó dichos de su anterior testimonio. Apuntó al Calmao, diciendo que fue él quien le vendió el celular marca Motorola V172, días posteriores al asesinato.
Argumentó diciendo que Flores era la única persona de Arroyito que le vendía celulares. El Fiscal le solicitó si podía reconocer el teléfono que estaba secuestrado. En el momento que lo vio supo que era ese, además tenía stickers pegados, lo que lo hacía aun más reconocible. Luego de estas palabras, el Dr. Viola, defensor de Flores dijo que la próxima semana su defendido declarará y solicitó al Tribunal, de ser necesario, un careo con Monjes.
Aunque estos fueron los relatos los más sobresalientes de la jornada, no fueron los únicos. Declaró un remisero que aquél sábado vio un auto en contramano subir desde Belgrano en contramano por José A Vocos hacia la ruta. Dijo que eran aproximadamente las 8.15 horas y que era un vehículo oscuro entre azul y negro. Fueron los únicos datos que aportó, aun así no pudo precisar si era Cristian Bizone, ya que no lo conocía ni tampoco a su auto.
También Darío Urquía estuvo en la sala y puso de manifiesto la relación de Arias con la droga y los robos. Dijo que conocía al hijo de Flores y que aunque no era de la barra, solía pasar por donde ellos estaban porque iba a comprar marihuana a la plaza. Aseguró que Federico Flores, hijo del Calmao, les compraba stereos y cosas robadas para revenderlas. Y agregó que cuando Arias estaba drogado, cambiaba su actitud.

De forma anticipada, hoy jueves finalizó la semana de debates en Tribunales, pues determinaron un cuarto intermedio hasta el martes a las 9 de la mañana. Se espera con ansiedad la declaración de Flores y por supuesto, de nuestros colegas de FM Libre de Arroyito, que sin dudas arrojaran datos que podrían ir encaminando el juicio hacia la verdad.

miércoles, 28 de marzo de 2012

MÁS PUNTOS CLAVES EN EL DEBATE (Día 6)

El miércoles ventoso en San Francisco dejó mucho más que las veredas cubiertas de hojas, por la sala pasaron seis testimonios que dejaron algunas cuestiones para analizar. Entre ellos la esposa del farmacéutico que vendió el local a Lorena, la empleada de la casa de Cristian Bizone, los tíos de Jonathan Arias, un remisero de Arroyito y el Comisario Cabral, quien se extendió por más de una hora y los defensores bombarderon a preguntas.



Lorena Gudiño, la esposa de Sánchez quien declaró el lunes,  ingresó en primera instancia. Su casa colindaba con la farmacia, los datos más relevantes que pudo aportar fueron por un lado, el horario preciso en que Lorena abrió las ventanas, y además ratificar los dichos de su marido respecto a los juegos de llave y alarmas. En cuanto a la apertura del local, la mujer indicó que exactamente a las 8:15 horas escuchó las rejas que se abrían, pues hacían un ruido muy particular. Explicó que podía precisarlo porque tiene programado el televisor para que se encienda a esa hora.
Señaló que era un ruido que escuchaba a diario y que no notó nada que pudiese llamarle la atención. Por otra parte, se le consultó acerca de la existencia de dos juegos de llaves cada uno con su correspondiente control de alarma. También el fiscal le consultó si se habían hecho refacciones en el local comercial, a lo que ella respondió que sí, pero que cuando se entregó la farmacia a Lorena Auban estaba todo limpio.

Retrato del viudo
La segunda persona que prestó declaración este miércoles fue Paola Cugno, una joven que trabajó en la casa de Bizone como niñera y empleada doméstica, años posteriores al crimen de Lorena. Esta mujer, a través de sus dichos dejó en evidencia la forma violenta con que trataba a su pequeña hija y a su propia madre. “A mí me contrató Estela Auban y él no estaba de acuerdo, vivía llenándole la cabeza a Estela, diciéndole que yo me drogaba, que tenía malas juntas”, contó la chica.


Aun así, Cugno siguió trabajando por aproximadamente tres años posteriores a la muerte de Lorena. Dejó de trabajar en la casa de Bizone, cuando éste se fue a vivir con una novia a otra casa y se llevó la nena consigo. La testigo sostuvo que Cristian era una persona sumamente violenta, que con ella tenía una buena relación por momentos, pero existían veces en que la insultaba y discriminaba. En referencia a la nena, advirtió que en ocasiones la golpeaba, “Una vez J… no quería ir a la escuela y Bizone la levantó a las cachetadas, le dijo que la iba a seguir golpeando si no se levantaba”.
En una oportunidad cuando Cugno llegó a la casa, vio que la puerta del dormitorio estaba rota y le preguntó a J… que había pasado, la nena le respondió que su papá le había pegado a la puerta por no pegarle a ella. Agregó también que Bizone disimulaba frente a los demás ser un buen padre, mientras que en la casa, a la nena a veces le pegaba, le enseñaba a insultar, a discriminar. En relación a su madre, Bizone la trataba mal, aun sabiendo que estaba muy enferma. “Azucena (madre del viudo) estaba muy enferma y él no la llevaba al médico, no le compraba los remedios y le decía `¿Por qué no te cagás muriendo?, me estorbás´ (sic)”, relató Cugno.
En cuanto a las versiones del viudo y las salidas con mujeres, la joven destacó que tenía varias relaciones con muchas mujeres y que recibía visitas de ellas delante de su hija. Bizone no levantó la cabeza durante toda la declaración de la niñera, sin embargo de a ratos la miró sin mover la cabeza, por arriba. El Fiscal le preguntó por qué recién en el año 2010 fue a prestar declaración, a lo que la joven respondió que temía por ella y su familia. También prestando especial atención a lo que Azucena, la mamá de Bizone actualmente fallecida, le dijo, ella temió aun más. La señora le advirtió que tuviera cuidado con lo que decía porque no sabía donde se estaba metiendo.
Posteriormente, en una corta declaración, un remisero de Arroyito dio datos que podrían dar cuenta de una relación de amistad entre el hijo de Peludero (la mujer que declaró contra Arias) y Jony. Este hombre, tiempo después del crimen, fue llamado desde la whiskería entre el Tío y la Villa, donde Peludero estaba a cargo, para viajar hacia Arroyito trasladando a Yeye Pucheta, el hijo de la misma. Recordó que viajaron y antes de llevarlo a la casa pasaron por el boliche a buscar a otro chico de unos 18, 19 años. Allí los llevó hacia el domicilio de Peludero en Arroyito. No supo precisar, pero probablemente se trataba de Jonathan Arias. En su declaración podría quedar demostrada la relación entre Arias y Peludero.



El perfume
También en la sala estuvieron presentes los tíos de Jonathan Arias, la hermana del padre y su marido. La importancia de sus declaraciones radicó en que ambos aseguraron que fueron quienes le regalaron al papá de Jonathan para el día del padre precisamente, un perfume marca Kevin. Este perfume era igual al faltante advertido por Bizone, en la farmacia de Lorena y al que la policía en un allanamiento en la casa de Arias, secuestró.
El matrimonio aseguró que ese perfume fue el que le obsequiaron y procedieron al reconocimiento del mismo en la sala. Cabe destacar que también en aquél allanamiento se secuestraron otras cajas con perfumes de la misma marca, aun así cuando la defensa de Arias se acercó a verlos, pudieron observar que uno solo estaba sin abrir y que los otros envases estaban vacíos. Ambos dijeron que la caja estaba sobre el modular, justamente en el lugar de donde fue secuestrado.
La mujer además señaló que el perfume fue comprado en una farmacia sindical, a la que su marido estaba afiliado por su trabajo. También recordó el día en que lo compró y contaba con el ticket, pues dijo que siempre los guardaba como comprobante por cualquier inconveniente que tuvieran con los descuentos del recibo de sueldo de su esposo. Al parecer quedó explicada la presencia de ese perfume en la casa de Arias, podría quizás no tener relación con el faltante en la farmacia.

Ráfaga de interrogantes
Por último y en extenso declaró el Comisario Carlos Cabral, quien fue llamado a participar en la investigación y además tomó la primera declaración a Bizone, el mismo 23 de junio. Dijo que fue la declaración más larga que había tomado en su carrera, pues estuvo con el viudo unas seis horas. Por otra parte, fue este señor quien tomó declaración a Ramona Peludero, que espontáneamente se presentó en la comisaría diciendo que sabía quien había matado a la farmacéutica.
Relató que días posteriores al hecho, Arias se presentó en la whiskería confesándole que Arias había matado a Lorena, recordó que el mismo le dijo: “La farmacéutica, no la quise matar, se me fue de las manos”. Recordemos que a través de esta mujer la policía detuvo a Arias, pues Peludero concertó una cita con Jonathan y policías de civil procedieron a su detención. En ese momento, el defensor de Arias lo detuvo y le preguntó si Peludero había colaborado con la policía a cambio de algo. A lo que Cabral respondió negativamente. Una pregunta muy acertada si tenemos en cuenta que Yeye Pucheta, el hijo de la mujer, estaba detenido en ese momento en la comisaría.
El policía debió responder un torbellino de preguntas por parte de la defensa, entre ellas cuestiones acerca de la detención de Flores, del teléfono celular de Lorena, de cómo había sido identificado, cómo se llegó hasta el Calmao, por qué no se detuvo al dueño del local que recibió el aparato, qué pasó con el bolso encontrado en la terminal de Córdoba. Cuestiones todas a las que respondió de forma dubitativa, por momentos sin precisiones ni certezas.
En cuanto al teléfono celular de Lorena, dijo que fue rastreado y de ese modo se llegó a quien lo había adquirido. Esa mujer indicó haberlo comprado en la Galería Norte del centro cordobés, en un local en particular. Precisamente ese lugar le pertenecía a “Cokito” Monjes, un hombre oriundo de Arroyito, lo que resultó más extraño aun. Cuando la policía ingresó a su local y le preguntó, él dijo: “Este garrón no me lo voy a comer, el que me trajo el teléfono fue el Calmao Flores”.
El Dr. Flores, defensor de su homónimo y de Bizone, hizo hincapié en destacar que hubo un manejo desprolijo de procedimientos, teniendo en cuenta las detenciones de Flores y Arias, además del bolso con el “famoso” guante y la declaración de Monjes.
Un dato clave, que surgió de la declaración del Comisario Cabral y que no fue tenido en cuenta a la hora del interrogatorio por parte del Fiscal Pezzano ni del Dr. Gramática, querellante, fue cuando expuso que en la primera declaración que había tomado a Bizone le sonó su celular. En el mismo tenía una llamada entrante del teléfono de Lorena, que no atendió.
Aguardamos expectantes el desarrollo de las dos últimas jornadas de la semana, pues restan declarar peritos, Ramona Peludero y las mujeres de Radio Libre de Arroyito, quienes aportarán importante contenido al debate.

martes, 27 de marzo de 2012

LA HORA DE LA VERDAD UN PASO MÁS CERCA (Día 5)

El frío llegó a San Francisco, el sol comenzó a asomar tímidamente junto a la quinta jornada de debate que,  modestamente también, aportó datos de interés. En poco más de tres horas, diez testimonios pasaron por la sala. Algunos con información difusa y poco precisa, y otros muy puntuales y certeros.

El Tribunal compuesto por el Dr. Requena,  Dr Comes y Dr Ferrero  


“Un pequeño detalle puede ayudar a la justicia”, dijo el presidente del Tribunal, Dr. Mario Comes a la primera testigo, que se mostraba algo molesta por haber ido a declarar, ya que según ella su testimonio no tenía importancia. Se trata de la señora Selva Peralta, una vecina de la localidad de Arroyito que pasó por la puerta de la farmacia aproximadamente a las 8:45. Relató que vio a un hombre agachado en la vereda del negocio con un gorro de lana, sin embargo no pudo especificar si se trataba de un joven o de una persona mayor.

Agregó que le pareció extraño porque cuando ella pasó caminando por el lado, esta persona no se movió, no se dio vuelta, ni tampoco levantó la cabeza. “Además hacía mucho frío ese sábado y no había nadie en la calle”, añadió Peralta. La mujer se imaginó que tal vez era un albañil, porque justo enfrente había una obra en construcción.

Los imputados con sus respectivas defensas


También declaró Claudia Barreiro, una clienta del Minimercado Auban y vecina, quien contó que esa mañana abrió la ventana su negocio y vio a Cristian entre las 8:15 y las 8:30, pasar por Belgrano en su auto a toda velocidad. Dijo que le llamó la atención que estuviera en la calle tan temprano, pues a esa hora no era habitual verlo.

En cuanto a los horarios, quizás quien destacó mayor precisión fue  Natalia Mansilla, una joven de Arroyito que expuso convencida que esa mañana salió a caminar. Indicó que su reloj marcaba las 8:10 cuando salió de su casa y caminó unas cuatro cuadras, por lo que calculó que a las 8:20 vio llegar a Lorena en su moto. Alcanzó a ver que era ella quien doblaba por Sarmiento hacia José A Vocos, en dirección a la farmacia.
   
Por su parte, Carmen Delber Marescotti, otra de las testigos de la mañana, dijo que cuando se iba a trabajar pasó por la farmacia, aproximadamente a las 7:45. Sin embargo, no estaba del todo convencida del horario. Aseguró que no vio nada raro ni fuera de lo normal y que le pareció ver la puerta de la farmacia cerrada.

Boca en boca

Declararon además, Ángel Carrizo y Marta Bonetto, una pareja vecina de la familia Auban. Los dos se acercaron hasta la policía a declarar en base a un comentario escuchado, de tercera o tal vez cuarta mano. La señora Bonetto fue una mañana luego del crimen a la despensa de la familia a comprar y habló con Estela, la mamá de Lorena. La vecina, ante la cara de preocupación de Auban, le preguntó si había sucedido algo más. Ella le respondió que se había enterado por terceros que Bizone temía quedar imputado y que había dicho que si quedaba dentro de la causa, mataba a la nena y también él se quitaba la vida.

El fiscal Pezzano y Dr Gramática, abogado querellante


Como en ese momento, la pequeña hija de Lorena vivía con su padre, se alarmaron y fueron a exponer tal situación ante la justicia. Mientras Bizone escuchaba las declaraciones se lo notó distinto a días anteriores, demostraba preocupación, se agarraba la cara, el mentón, hablaba con su abogado. Tuvo la cabeza gacha durante toda la mañana, excepto por algunos pequeños momentos.

Declaró en la sala además Élido Cuevas, vecino del Minimercado Auban, él fue quien llevó a Estela hacia la farmacia cuando ésta se enteró de lo sucedido. Relató que vio cuando Bizone salió rápido con su auto luego de que llamara su suegro y avisara. Cuando llegaron a la farmacia, ante la pregunta del Dr. Flores, defensor de Bizone y Flores, dijo que había entrado y nadie le había impedido el ingreso. Sin embargo, aclaró que no había nadie más que la familia, ni siquiera la policía había llegado al lugar del hecho.

También se presentó a declarar Javier Barberis, un amigo de Cristian Bizone. Este hombre además conocía al “Calmao” Flores porque trabajaron juntos en Arcor, de allí tal vez exista relación entre el viudo y Flores. Dijo que conocía a Cristian hacía varios años y que tenían una excelente relación. Contó también que después del hecho le prestó un teléfono celular a Bizone, argumentando que lo hizo para hablar con él, saber cómo estaba la nena.

Dentro de las descripciones que dio de su amigo, sostuvo que Cristian no tenía filtro y que decía lo que pensaba, no sabía callarse. Pero aclaró que no era impulsivo, al menos en acciones, sino verbalmente. Sin dudas, eso demuestra la verdad de los testimonios que aseguran que era agresivo con todos, aun con los que no conocía.


"Cristian se sintió sospechado desde el primer día"


Barberis finalizó con una frase de gran relevancia, dijo: “Cristian desde el primer día se sintió sospechado”. Aun sin haber hecho nada, cómo él mismo asegura, Bizone sentía las miradas sobre su cabeza. Por otro lado, aseveró que Lorena nunca se disgustaba por las juntadas de los miércoles y que era una excelente persona, sin embargo, nunca expresó si la relación entre ellos era buena.

Al finalizar la mañana, fue Mario Ludueña quien se sentó en la silla de los testigos. Este hombre tiene un negocio de venta de pinturas a unas cuadras de la farmacia. Relató que no vio nada sospechoso, pero que luego de pensar en horarios y tiempos, creyó que, lo que él había visto podía ser relevante para la investigación. Contó que cuando estaba en su negocio vio un auto que dobla a toda velocidad y en contramano desde Belgrano por José A Vocos, para la ruta. Y luego se detiene en la estación de servicio YPF. Calcula que eran las 9 de la mañana.

El martes tuvo su condimento e intentar de cualquier forma llegar a los horarios es la prioridad, allí se podrá determinar con precisión a qué hora mataron a Lorena y de acuerdo al movimiento en la zona, quienes estuvieron en la farmacia. Además qué hacían los imputados a esa hora. Si tenemos en cuenta las declaraciones de hoy, junto a las anteriores podemos decir que el crimen se produjo entre las 8:30 y las 8:45. Este último horario correspondería al llamado efectuado a Radio Libre esa mañana (ver día 3).

Tendremos que esperar, faltan declaraciones que podrían ser claves y determinantes al momento de la condena. 

lunes, 26 de marzo de 2012

UNA NUEVA SEMANA, MÁS INTERROGANTES EN LA SALA (Día 4)

El comienzo de la semana en Tribunales fue tranquilo, aun así, los escasos testimonios que pasaron por la sala, dejaron tal vez más interrogantes. Pasadas las 9 ingresaron solo dos de los imputados, faltaba Alberto Flores. Ante la ausencia del “Calmao”, el Fiscal Pezzano se mostró molesto y solicitó la presencia del mismo en el lugar, por lo que al cabo de veinte minutos lo trasladaron hacia Tribunales. Sólo se tomaron declaraciones por la mañana, ya que los cinco testigos previstos para la tarde, no se hicieron presentes.

Arias y Bizone, Flores ausente.

En la fresca mañana de lunes declararon dos mujeres que estuvieron la noche anterior con Bizone en el boliche, un camionero que dejó esa noche su camión en cercanías de la puerta de la farmacia, una vecina del lugar del crimen, un empleado de una empresa de transporte que descargaban mercadería frente a la farmacia Auban y por último el farmacéutico que le vendió el negocio a Lorena, que además vive en una casa que colinda con tal.
¿Dónde estuvo Bizone desde las 6 hasta minutos antes de las 9?
En primera instancia y sin Flores en la sala, comenzó a declarar Lucía Piovano, una joven que en la madrugada del 23 compartió una charla en el boliche con Bizone y luego éste la llevó a su casa. Del mismo modo que a Ana Surcher, su sobrina quien declaró a continuación. Estas mujeres fueron al parecer las últimas personas que vieron al viudo antes del crimen. Ellas contaron que aquella noche, estuvieron hasta las cinco de la mañana aproximadamente en la disco, y Bizone se ofreció a llevarlas a su casa. Ambas coincidieron que arribaron a su domicilio a las 5:30, 6 de la madrugada, es decir, dos horas antes del homicidio. Cristian no les contó a donde se dirigiría luego.
Las declarantes dijeron que no hablaron mucho con Bizone en el trayecto hacia su casa, sin embargo les contó que tenía una hija y les mostró una foto de ella en el celular. “No hubo nada que nos llamara la atención en él”, indicó Piovano. Pero sí, hizo referencia en varias oportunidades a una herencia que había recibido. Ante la pregunta del Fiscal sobre qué era eso de la herencia, ambas dijeron no recordar.
Por su parte, la primera testigo del día, agregó al finalizar su exposición, que algunas veces más, luego de la muerte de Lorena se encontró a Cristian en boliches bailables y éste le pidió disculpas por la situación en general, “en la que se veía envuelta”. El Fiscal le preguntó a qué se refería con ello y la mujer respondió que se estaba refiriendo a tener que ir a declarar y demás. Un poco confuso, además no debería importarle eso si el fin último de la investigación sería encontrar a los verdaderos culpables.
El interrogante ahora será, qué hizo el viudo en esas dos horas entre que dejó a las mujeres en la casa y el crimen de Lorena. Dónde estuvo y con quién.
¿Qué pasó con “el Calmao” Flores?
"El Calmao" Flores

Después de estas dos primeras declaraciones, ingresó acompañado de la custodia penitenciaria “el Calmao” Flores a la sala. Cuando comenzó el debate de hoy, el Fiscal de Cámara se molestó porque faltaba un imputado. “Flores debería estar presente, porque la prueba lo involucra”, expresó Pezzano. A lo cual adhirió la defensa de Arias y también la querella. Al parecer, los abogados de Flores decidieron que no era necesaria su presencia, porque en los testimonios del día no se vería involucrado. Una disposición bastante desacertada ya que se lo está juzgando y la prueba lo incluye.
¿Sería esa la soga con que maniataron a Lorena?
El próximo en prestar declaración fue Sergio Sam Sam, un transportista que había dejado su camión a veinte metros de la farmacia la noche del viernes 22. El hombre dejó allí el vehículo y se fue a dormir, a la mañana siguiente, antes de las 8 vio pasar caminando por la vereda de la farmacia a una persona, que lo ve a él, se baja de la vereda y se vuelve. Sam Sam no recordaba la cara de esta persona, pero estaba seguro que era mayor de 40 años y que tenía un buzo con capucha.
Revisó las gomas del camión y advirtió que le faltaba una soga con la que se ata la lona del acoplado del camión. Se extrañó porque nunca le habían robado una soga. El Fiscal Pezzano solicitó al Tribunal que se exhiba la soga que fue secuestrada del lugar del hecho, con la cual le habían amarrado las manos atrás a la víctima. Cuando Sam Sam la vio, supo reconocer que eran del tipo que utilizaba él, pero no recordaba si era esa la faltante. Podría ser el elemento que los asesinos usaron para someter a Lorena.
¿Había algo extraño?
Beatriz Brizzio, dueña de un local de comidas frente a la farmacia, fue la siguiente testigo en declarar. Especificó que llegó aquella mañana a su negocio cerca de las 8:20 y luego salió. Cuando retornó, cerca de las 9:30 se cruzó a buscar unos medicamentos que necesitaba y allí vio que estaba la puerta cerrada. Se acercó hacia la puerta lateral, que sí estaba abierta y de adentró salió Raúl Auban muy mal, contándole lo que había sucedido.
Estela Auban, de fondo su yerno, posible asesino de su hija


La mujer recordó que no escuchó nada que le llamara la atención, pero destacó que a las 8:20 las rejas de la farmacia ya estaban abiertas. Además se comentó que el señor Auban le había dicho que Cristian estaba un “poquito” pasado de la noche anterior.
Por la sala también pasó un joven empleado de Transporte el Gallego, que descargaba mercadería en Maggi Hogar, un negocio frente a la farmacia. El mismo no aportó datos de interés, pues dijo que no escuchó gritos, ni vio movimientos extraños ni tampoco prestó atención a la farmacia de Lorena.
¿Por dónde salieron?
Por último, antes de salir a un pequeño cuarto intermedio, se presentó en Tribunales, Edgardo Sánchez, el farmacéutico que les vendió el negocio a Lorena y Cristian. Además, es vecino del local, por calle General Paz. Recordó que cuando fue a saludar a la familia Auban a la puerta de la farmacia, Bizone estaba apartado. Explicó además que la farmacia tenía alarma que se activaba y desactivaba por un llavero. Cuando Lorena compró el local, se les entregaron dos llaveros para la alarma. Ante una pregunta del Dr. Requena, integrante del Tribunal, sobre la presencia de patio en el negocio, Sánchez aclaró que la única forma de salir es por alguna de las dos puertas, pues no tiene ningún acceso al techo por otra parte.
Un lunes tranquilo, pero con muchos datos para analizar. Cada uno de los testigos abrió un nuevo interrogante. El Fiscal está convencido, en base a las pericias, de la presencia de un tercero, cada uno de los testimonios puede aportar para llegar por fin a descubrir quién más estuvo aquella mañana en la escena del crimen.

viernes, 23 de marzo de 2012

INTENSA JORNADA DE DEBATE EN TRIBUNALES (Día 3)

La extensa jornada de viernes se extendió por más de ocho horas, con un solo cuarto intermedio de treinta minutos. Pasaron por la sala once testigos, cada uno de ellos brindó datos, algunos de mayor importancia que otros, pero todos dejaron testimonios que aportarán al esclarecimiento del crimen y en definitiva a condenar a los verdaderos culpables.

Lo más importante o destacable de la mañana fue la declaración del Comisario Inspector Raúl Araya, Jefe de la Comisaría en Arroyito en el momento del hecho. Este policía participó junto al Fiscal Argüello a lo largo de la investigación. Comenzó relatando que se anotició de lo ocurrido ese sábado a las 9:15 de la mañana y de inmediato se dirigió a la farmacia. Allí el viudo le dijo que se trataba de un robo y según él que los responsables se movían en un vehículo.

Araya destacó que le extrañaron algunas cuestiones respecto al viudo. Bizone logró ver que faltaban unos perfumes marca Kevin de la vitrina, todo a minutos de haber encontrado a su mujer muerta. Por otro lado, relató una frase del imputado  cuando se dirige al lugar donde guardaban el dinero en la farmacia, Bizone le dijo: “Menos mal que no se robaron el dinero”. Algo sumamente raro, teniendo en cuenta el momento, una frase desacertada, fuera de lugar. Además resaltó que durante las declaraciones, Bizone estaba tranquilo, jocoso, bromeaba con el personal policial, pues no existía compatibilidad entre el hecho y su estado anímico.

El comisario resaltó el desorden que había en la farmacia, al parecer no propio de un robo, pues había shampooes tumbados y algunos artículos que no necesariamente se podían tirar en un supuesto delito a la propiedad. En un momento puntualizó, basándose en los años de trayectoria en investigación que lo avalan, que le daba la impresión que la hubiesen agarrado de atrás y la hubieran llevado al lugar donde el cuerpo se encontraba.

En un momento de su discurso, respecto al cuerpo de Lorena dijo que sobre el torso, había partículas de tela que provenían de una prenda de ropa. Justamente allí tocó el tema del famoso guante encontrado en el bolso en la terminal de Córdoba. Dijo que cuando agarró el guante, se desgranaba en partículas similares a las que la víctima tenía sobre su torso.

Hubo un dato sumamente importante, indicó que en la primera declaración de Bizone, ese mismo sábado a las 15:50, le suena el teléfono y era una llamada entrante del celular de Lorena. Éste se asustó y no atendió.

También Flores y Arias

El área de homicidios de Córdoba, identificó el aparato celular que le pertenecía a Lorena y que estaba desaparecido, tenía una nueva tarjeta SIM con característica de Córdoba Capital. La chica que lo compró dijo que lo había hecho en la Galería Norte del centro cordobés. En ese lugar se negocian aparatos electrónicos de procedencia dudosa  y por bajo costo. La joven señaló en cuál local lo había adquirido, precisamente le pertenecía a un señor Monje, oriundo de Arroyito. Este hombre reveló que “El Calmao” Flores fue quien se lo dio.

Después de un estudio  de tráfico de antenas telefónicas, se determinó que Flores se movía y tenía una vinculación de unas casi 500 líneas telefónicas. Por ese motivo fue difícil ubicarlo, algunas lo señalaban en Arroyito y otras en Tránsito.

Por el lado de Jonatan Arias, ingresó a la causa cuando Ramona Peludero, una mujer encargada de una whiskería entre El Tío y  Villa Concepción del Tío, se dirigió espontáneamente a la policía a declarar que Arias le confesó llorando: “No la quise matar, se me fue la mano” y le pidió dinero prestado. Le dijo además, “Lo que le luquié no me alcanza para ir a Córdoba”. Al parecer, Arias tenía una relación sumamente confidencial con Peludero. Cabe destacar que al hijo de esta mujer a Arias los unía una relación de amistad.


En cuanto a las llamadas telefónicas, Araya expuso un Power Point en la sala donde mostró cómo funcionan las antenas de telefonía celular y la sábana de llamadas telefónicas de Bizone. Se rastreó además el teléfono de Arias, allí se determinó que ese 23 de junio a las 13 estaba en Arroyito, mientras que a la tarde ya estaba en Córdoba, ahí lo toma una antena que hay en el barrio Juniors de la capital cordobesa. Y a las 22 se encontraba nuevamente en Arroyito.

También  mencionó una llamada que recibieron ese mismo sábado en Radio Libre de Arroyito, a las 8:45 precisamente, donde una voz masculina le preguntó a la telefonista Mercedes Almada: “¿Ustedes se enteraron ya, que hay una farmacéutica muerta?” Esa llamada tuvo una duración de 24 segundos. No fue un dato especificado ni investigado detalladamente, pues no consta en los expedientes de la causa.

El policía sostuvo que esa llamada solo podría haber sido realizada por alguien que estuvo en el lugar, pero no participó necesariamente.  Debido a ello, el Fiscal Pezzano pidió que citen a declarar a la telefonista que recibió el llamado y a la dueña de la Radio Libre.


Más datos en la jornada

El resto de la jornada, también  hubo testimonios de menor importancia quizás, como por ejemplo empleados de un negocio frente a la farmacia, Maggi Hogar, que escucharon la moto de Lorena llegando esa mañana. Y también de una señora que trabajaba de empleada doméstica en la casa de Maggi, a dos casas del negocio y frente a la farmacia. Sin embargo no vieron ningún movimiento extraño.

Otro testimonio en la mañana de hoy fue el del doctor Gerardo Galimberti, el médico policial que llegó a la farmacia y constató la muerte de Lorena. Sin tocar el cuerpo dijo que determinó que no respiraba y tenía golpes en su cara. También recibió la orden de revisar a Bizone, extraerle sangre, muestra de cabello y de vello pubiano. Éste tenía una herida en el dedo pulgar de la mano derecha y dos laceraciones (heridas leves) una en el dedo anular y la otra en el entrecejo. Además agregó que el viudo tenía un grado de halitosis alcohólica, no estaba ebrio sino que tenía aliento a alcohol, propio de haber bebido horas antes.

Tenía 0,75% de alcohol en sangre, lo que significa ebriedad de primer grado. El querellante, doctor Gramática le expuso un caso hipotético si tiene 75 mg cada 100 ml de sangre y qué sucedería. Sin embargo no fue una hipótesis ya que eran datos reales de los exámenes de Bizone, lo que el médico desconocía. Asimismo, Galimberti dijo: “Lo vi lúcido, vigil”. Agregó respecto a los golpes de Bizone, que podían ser recientes o al menos dentro de las seis horas anteriores.

También el Sargento primero Gustavo Díaz declaró en la sala, él fue quien colaboró con la investigación y los allanamientos. Recordó que el día lunes 25 de junio, recibió la información de que un bolso con pertenencias de Lorena, billetera, agenda, unas pastillas de viagra y el famoso guante, apareció en la terminal de Córdoba. De inmediato les avisó a los Auban, quienes le pidieron que no le dijera a Bizone, que ellos se encargarían.

El sargento encontró una coincidencia cuando mencionó que el viudo al momento que se entera, habla al 101 para declarar que en la farmacia faltaban unas cajas de viagra, desde el día del crimen. Quizás lo hizo como forma de justificar la aparición de esas pastillas en el bolso.

Por la tarde

Después de un pequeño cuarto intermedio, comparecieron en Tribunales cuatro amigos de Cristian Bizone. Tres chicos de la barra y la esposa de uno de ellos. Daniel Ingoll comenzó contando que ese viernes anterior al crimen, estuvieron junto al viudo tomando unas cervezas en un bar de la ciudad de Arroyito, hasta cerca de las 3 de la madrugada que cada uno tomó un rumbo distinto. Según este hombre, Bizone se había ido al boliche del pueblo y desde allí se comunicó con él para comentarle que en aquel lugar se encontraba una chica que le gustaba a Ingoll.

Los demás amigos relataron lo mismo respecto a la noche del viernes 22. Todos dijeron que Cristian y Lorena tenían una muy buena relación. Además agregaron que la víctima no tenía inconvenientes en que todos los miércoles se juntaran a comer un asado en su casa. Uno de los declarantes, Fernando Rodríguez, especificó también que era amigo de Lorena y que se llevaban muy bien, que era una excelente mujer.

Por su parte, otro del grupo declaró ante la pregunta del Dr Gramática, querellante, si Bizone salía con alguna mujer, el joven dijo que no. Aun así, insistente el abogado y en base a una declaración anterior, le preguntó si conocía a una mujer que apodaban “Ayudín”, porque Bizone le vivía dando dinero. A lo que respondió que sí.

En última instancia prestó testimonio el señor Hugo Bravino de San Francisco, quien trabajaba como fletero para un laboratorio. El hombre le llevaba a diario medicamentos a Lorena. Dijo que esa mañana llegó apenas pasadas las 9 y le extrañó que la puerta del frente estuviera cerrada, aunque las persianas estuvieran levantadas y las cortinas corridas.

Finalizó la primera semana de audiencias en Tribunales, en dos días se pudieron recolectar datos de sumo interés que irán trazando los primeras opiniones respecto del caso. El lunes por la mañana se reanudará el debate.


jueves, 22 de marzo de 2012

LOS PRIMEROS TESTIMONIOS DEL JUICIO (día 2)

En los Tribunales de San Francisco, hoy se dio inicio al primer día de testimonios por el asesinato de la joven farmacéutica.Seis testigos brindaron su declaración a la causa. Se trató de los padres de la víctima Oscar y Estela, el hermano menor, Alejandro y una prima, Sonia Auban. También Estela Bizone, hermana del imputado y el Sargento Reinaudo, el primer policía en ingresar al lugar del hecho.
El viento sopló en contra para el viudo, quien en presencia de su familia política no se mostró nervioso ni alterado. Pues las declaraciones de los Auban, de su propia hermana y del uniformado, no lo ayudaron.

Arias, Flores y Bizone


Oscar Auban: "Yo creí que tenía un hijo más"
Cerca de las 9:50 abrió la rueda de testimonios, Oscar Auban, el padre de Lorena. Recordemos que fue él quien la encontró tirada y sin vida en el baño de la farmacia.
El hombre comenzó a contar lo que aquél día sucedió. Recordó que cuando su yerno entró a trabajar al negocio, les manifestó a él y su esposa, preocupación porque Lorena no le respondía el teléfono.El padre salió en bicicleta y aunque no se dirigía allí, pasó a ver si algo le sucedía a su hija. La llamó desde afuera y como no contestaba, ingresó y se encontró con la peor escena. Relató que le llamó poderosamente la atención que las persianas estaban levantadas, pero la puerta principal se encontraba con llave y no estaba puesta. Sin embargo, la puerta lateral, por la que habitualmente entraba la mujer, estaba abierta de par en par. Oscar llamó a su esposa por teléfono y ella le avisó a Cristian, por lo que de inmediato llegaron al lugar.

El hombre muy consternado en su relato, expresó: "Yo creí que tenía un hijo más", haciendo referencia a que cuando una hija se casa, no se la pierde, sino que se gana un hijo.
Por otra parte, se le preguntó quién tenía llave de la farmacia, a lo que el hombre respondió que solamente su hija y Bizone.
En cuanto a la relación de su hija con su esposo, Auban aseguró que Cristian era sumamente agresivo con Lorena, la violentaba verbalmente delante de la gente, hasta de ellos mismos. Sin embargo, el hombre especifió que la joven era muy cerrada y no contaba acerca de su vida marital.

Estela Auban: "La trataba rebajándole la moral"
Cuando fue el turno de Estela, la mamá de la farmacéutica, se encontraba muy segura de cada palabra que decía, pues ese momento estuvieron esperándolo por años. La mujer relató que esa mañana temprano, cerca de las 8, vio a Lorena pasar en la moto y le levantó la mano, saludándola. Especificó que vio además a Cristian, un poco más tarde salir de su casa como si estuviera hablando por teléfono. Estela destacó que aquél día le llamó poderosamente la atención que Bizone llegara a trabajar tan temprano, ya que aunque su horario de ingreso era a las 9, siempre lo hacía entre veinte y treinta minutos más tarde. Ese sábado 23 de junio, como nunca, llegó al minimercado a las 8:50 diciendo que Lorena no le atendía el teléfono de la farmacia ni el celular. Unos minutos después recibió una llamada de su marido desde el negocio de su hija, diciéndole lo que había sucedido.
"Sólo le dije, la Lore, y el salió corriendo sin preguntarme nada", contó la mujer refiriéndose a Bizone. 
Dentro de todo lo expuesto, la madre de la víctima destacó algunos puntos que le parecieron extraños respecto de su yerno, antes y después de la muerte de su hija. En primera instancia, que nunca le hablaba por teléfono  a Lorena tan temprano y menos para ver qué iban a almorzar, como dijo el viudo, pues quien se encargaba de la cocina era la mamá de Cristian que vivía con el matrimonio. También agregó que Cristian tenía el pelo seco y una mirada, como si hubiese trasnochado, al respecto explicó que el imputado siempre iba con el pelo mojado a trabajar.
Posterior al hecho, Estela contó que comenzaron a notar que era extraña la actitud totalmente fría de Cristian en relación a la muerte de su esposa, pues  en medio del velorio se fue a dormir ,nunca se interiorizó sobre la investigación, tampoco quería ser querellante en el juicio. Además recordó que en una oportunidad anterior, cuando se les perdió una perrita, Bizone movió cielo y tierra para encontrarla, hasta ofrecía recompensa.
En cuanto a la relación del matrimonio, su declaración coincidió con la de Oscar, la mujer dijo: "La trataba rebajándole la moral". Agregó que trataba mal a la mayoría de la gente y a Lorena particularmente la menospreciaba.

La silla por la que pasarán más de 60 testigos

Alejandro Auban: "Durmió gran parte del velorio, nunca se lo vio llorar"
Luego de un breve cuarto intermedio, el hermano menor de Lorena expuso su testimonio en la sala. El joven relató que aquél día él estaba en Córdoba estudiando, junto a su otra hermana Paola, cuando recibieron el llamado de un amigo, diciéndole algo de lo que había sucedido. De inmediato se volvieron a Arroyito. Contó que el domingo siguiente al crimen, a la noche fue junto a Bizone y unos amigos a cerrar con llave la farmacia, ya que la guardia policial iba a ser levantada. Cuando ingresaron al local, Bizone miraba debajo de la cama, en las vitrinas y advirtió que faltaban unas cajas de pastillas viagra. Por otro lado, a Alejandro le extrañó que había cosas de valor como unas cadenitas u otra mercadería y no había sido tocada.
Precisó que la relación matrimonial de su hermana, parecía normal. A su vez agregó que Lorena era una mujer muy reservada y que no hablaba con la familia cosas de su intimidad.
Este joven relató que un tío fue quien recibió la llamada desde Córdoba, informándole que en la terminal habían encontrado un bolso con pertenencias de Lorena. Entre las cosas estaba la cartera de la mujer y un guante de jardinería.

Integrantes de la familia Auban


Respecto a la vida nocturna que su cuñado llevaba, dijo: "Yo cuando podía le recriminaba que cada vez que salía en Arroyito, me lo encontraba en los boliches y en los bailes".
También le molestaba la frialdad de Bizone ante la muerte de Lorena, y expresó: "Durmió gran parte del velorio, nunca se lo vio llorar".

Sonia Auban: "Desde que estuvo con Cristian nos empezamos a distanciar"
La prima de Lorena contó que siempre tuvo una excelente relación con la víctima, hasta que comenzó a salir con Bizone. Precisó que desde chicos, Cristian tuvo fama de mujeriego y agregó que era una persona totalmente burlista, por lo que se fueron distanciando y cada vez se veían con menor frecuencia. "Todo el tiempo la estaba descalificando", dijo Sonia.
Además relató situaciones de agresión verbal de parte de Cristian hacia miembros de su familia.

Estela Bizone: "Él tiene ese modo, siempre está haciendo chistes"
Además de los familiares de Lorena, en la mañana de hoy prestó declaración la hermana de Cristian Bizone, quien en su discurso, por partes algo confuso, intentó defender a su hermano.
La mujer expuso que la relación del matrimonio era buena y que no existía maltrato entre ellos ni tampoco hacia otras personas. Especificó que su familia era muy unida y agregó: "Él tiene ese modo de ser, siempre estaba haciendo chistes, él hablaba en broma".
Dijo que se enteró de lo ocurrido por su hermano, quien se dirigió hasta la casa para contarle lo que había pasado. El fiscal Pezzano le preguntó si antes de ir hacia su domicilio, Cristian había intentado comunicarse telefónicamente, a lo que ella respondió que no. Con ese interrogante apuntó a dejar en evidencia que Cristian podría haberse dirigido a la farmacia si estaba preocupado porque Lorena no le atendía, pues sólo lo separaban ocho cuadras del local.

Sgto. Hugo Rinaudo: "Le dije varias veces, si querés que esto se esclarezca no toques nada"
El Sargento Rinaudo fue el primer policía que ingresó al lugar del hecho, avisado  de inmediato por el señor Auban. Rinaudo se encontraba en un patrullero a la vuelta de la farmacia y se dirigió rapidamente hacia allí.
Relató lo que vio aquella mañana, dijo que la caja registradora estaba abierta, que también había una vitrina abierta, que el teléfono estaba al revés y que el lugar no presentaba el desorden habitual propio de un robo.
Contó que Bizone llegó a la farmacia, que entraba y salía, y que en un momento dado se puso en cuclillas detrás del cuerpo de Lorena y se lamentaba lo sucedido.
La parte más importante de la declaración del Sargento fue cuando indicó que en varias oportunidades le había dicho al viudo que no toque nada en la escena del crimen, si quería que todo se esclareciera, a lo que Bizone respondió, "ustedes nunca encuentran nada".
Haciendo caso omiso a la advertencia del policía, Cristian golpeó un mueble y después se cortó la mano pegándole a un cartel. Además entraba y salía de la farmacia, por lo que ensució con sangre el piso de un pasillo del lugar.

En la jornada de hoy, se hizo hincapié en el viudo, pues es hasta ahora quien tendría las pruebas más sólidas en su contra. Por parte de Arias, sólo se les preguntó a los testigos si lo conocían, a lo que todos respondieron negativamente. Mañana a las 9 comenzará el tercer día de debate.

miércoles, 21 de marzo de 2012

PRIMER DÍA DEL JUICIO POR LA MUERTE DE LA FARMACÉUTICA

Amaneció gris en la ciudad de San Francisco, el primer día del otoño se hacía notar, con el cielo amenazando una nueva lluvia,  y la temperatura descendiendo notablemente. Adentro de Tribunales el calor no cesó, pues a sala totalmente colmada se daba inicio a la primera jornada del juicio por el asesinato de Lorena.



Pasadas las 9.30, ingresaron los imputados con sus respectivos defensores a la sala, donde ya se encontraban los doce integrantes del jurado popular. A posteriori, entró la prensa y los familiares de la víctima, más el público en general. Entre los presentes, se encontraba Rita Ércole, la mamá de Natalia Vercesi, quien hace menos de un año debió atravesar por la misma situación. La mujer se solidarizó con la familia Auban, con quienes mantenía contacto desde el momento del crimen de su hija.
En primera instancia y tras el ingreso del Tribunal compuesto por el Dr. Requena, el Dr. Ferrero y el Dr. Comes, se procedió a leer la elevación a juicio. Allí se expusieron las causas por las cuales Bizone, Arias y Flores estaban imputados.


Finalizado dicho acto de caracter obligatorio en la primera jornada, el Fiscal de Cámara Víctor Pezzano, encargado de sostener la acusación del Fiscal de Instrucción de Arroyito, Argüello, tomó la palabra. El mismo, puntualizó que no deberán perderse de vista tres aspectos, por un lado las pruebas contra Arias, por otro las pruebas contra Bizone y además, las pruebas que demostrarían el acuerdo de connivencia entre ambos. Por otra parte, se refirió a los tres hechos por los que se imputa a Flores, de encubrimiento en este caso y de falsificación de sellos y resistencia a la autoridad, en otras dos causas diferentes.


En última instancia, el Fiscal Pezzano se dirigió a los jurados, pidiéndoles que no estén contaminados con información de los medios y que se atengan a las pruebas que se expondrán en la sala. Finalizó diciendo que es necesario llegar a la VERDAD REAL.
Llegado el momento, tuvo su turno el abogado querellante, representando a la familia Auban. Explicó que durante el juicio se irá comprobando la culpabilidad de los imputados.
Por su parte, los defensores tanto de Arias como de Flores, se dirigieron al jurado popular, con un pedido similar al del Dr. Pezzano.


En cuanto al Dr Flores, abogado del viudo, cuando tuvo la palabra indicó que el Fiscal Argüello hizo caso omiso a algunas pruebas. Además destacó que su defendido participó a lo largo de toda la investigación, que quizás de manera "inocente", nunca controló ni buscó a nadie que lo acompañara porque "él no tenía nada que ver". Luego habló a los integrantes del jurado y les pidió que no votaran con el corazón, sino en base a la valoración de las pruebas y los testimonios.


Los imputados, llegado su momento, se abstuvieron de declarar, sin embargo indicaron que si era necesario contestarían preguntas o harían aclaraciones.
Un poco más de una hora duró la primera parte de la jornada inicial, pues luego de un cuarto intermedio, a las 14 se reencontrarían en la ciudad de Arroyito para una inspección judicial en el lugar del hecho. Y en los domicilios de los imputados, para determinar los trayectos. Cabe destacar, que los detenidos no presenciarían tal situación.
Mañana, en la sala comenzarían las declaraciones de los testigos. Seguiremos atentamente lo que transcurra.

martes, 20 de marzo de 2012

UN PEDIDO DESESPERADO DE JUSTICIA. Carta de la familia Auban

CARTA DEL VIUDO DE LORENA PUBLICADA EN LA RED SOCIAL FACEBOOK


Caso Lorena Auban
Cristian Bizone (viudo)
Marzo 2012-
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Primero quiero decir gracias a la gente me ha alentado y a las que no, les digo que no hay que hablar sin saber.-
Bueno como todos sabemos, se viene el juicio, el día miércoles 21 de marzo del corriente.-
Quizá a nadie le convenga que yo salga en libertad (autoridades, fiscales, particulares) pero así y todo la fé no la he perdido, y voy a tratar de creer y ver que en este país aún existe la justicia. Será que tengo la tranquilidad de no haber hecho nada y estoy muy seguro de lo que digo.
Tal vez en el transcurso del juicio haya cosas que no estén a mi favor, la prensa me criticará; si estoy gordo porque estoy bien, si estoy flaco porque me cuido, si lloro porque soy falso, sino lloro porque no me importa; etc, etc.
Yo confío en mi abogado; y jueces de San Francisco los cuales creo que realizarán los procedimientos en forma correcta, y buscarán la verdad (verdad y justicia) y si todo sale bien, otras personas tendrán que hacerse cargo ; dejando de lado las amenazas, miedo, etc.-
Quiero la verdad y que pagué el que mató a Lorena, para que ella descanse en paz, y para que Juli y yo podamos arrancar de nuevo nuestras vidas. Olvidarla jamás; ella está en un rincón de nuestro corazón!
Lore fue algo muy lindo que me pasó en la vida y eso no lo hará cambiar nada, ni las rejas de Bouwer. No fui el mejor, ni el pero marido. Lo nuestro será así nuestro, íntimo.
Bueno quiero agradecer a todos los que estuvieron es este momento de mi vida; los cuales actuaron como pilares para que yo siga de pié, y pueda darle para adelante con fuerzas.
Y como no tengo pelos en la lengua quiero decir algo que tal vez resulte hasta vergonzoso, pero encontré mejor gente en Bouwer que en la calle, gente con lealtad. Me dá bronca haber confiado en la flia Auban, en el Fiscal Sr Arguello, fui muy ingenuo, un tonto realmente; pero si cambio y no confío más en la gente me las voy a cobrar con otros , por eso quiero seguir siendo un tonto confiado y si me defraudan de nuevo halla ellos, Dios sabrá que lugar le toca a cada persona.-
Amigos….ja.. como explicar, cuando te va bien te envidian y cuando te va mal, se alejan. “Dios cuidame de mis amigos que de mis enemigos me encargaré yo”.
Mami me ayudará.
..

COMIENZA EL JUICIO POR EL HOMICIDO DE LORENA AUBAN

Una fría mañana en Arroyito, apenas dos días de comenzado el invierno 2007, en la misma farmacia que hacía un mes había puesto, Lorena encontró la muerte. Tenía 28 años, era una joven profesional, estaba casada  y era madre de una bebé pequeñ , cuando aquél sábado 23 de junio, en un acto de total cobardía acabaron con su vida. Estaba tirada en el baño con los pantalones y la ropa interior baja, las manos atadas en la espalda con un cordón, había sido brutalmente golpeada en la cara y ahorcada con una soga. En principio se investigó un robo, sin embargo la causa dio un vuelco importante, que dejó al viudo como el principal sospechoso.

AQUÉL DÍA
Ese sábado, Lorena había ido a la farmacia más temprano que de costumbre, aunque abría pasadas las nueve, ese día salió de su casa antes de las ocho. Su esposo, Cristian Bizone, se acercó hasta el negocio de sus suegros mostrándose preocupado porque su mujer no le respondía el teléfono. En ese momento, el padre de Lorena se iba a trabajar, y decide pasar por la farmacia para ver si estaba todo en orden. Allí se encontró con la peor de las escenas, su hija estaba tirada en el piso, golpeada, maniatada  y sin vida.

De inmediato el hombre dio aviso a la policía y en pocos minutos, la esquina de José Vocos y General Paz de la localidad de Arroyito, se llenó de vecinos curiosos y conmocionados por lo acontecido. También la madre de Lorena y el viudo llegaron al lugar, la primera sin tocar nada que obstruyera a posteriori la investigación. Pero Cristian se mostraba nervioso y no quería salir, volteó una heladera, se cortó y ensució con sangre, tocó algunas cosas de la farmacia, aun sabiendo que eso complicaría las cosas.

Allí, el viudo advirtió la falta de algunos medicamentos, perfumes de una vitrina, además de la cartera y el celular de Lorena. Por lo que desde un comienzo se barajó la hipótesis del robo. La joven no alcanzó a abrir el local, ya que la puerta de la esquina estaba aun cerrada. Al parecer, los maleantes habrían entrado por la puerta del costado, que solo podía abrirse por dentro.

“Desde aquél momento, comenzó nuestro calvario, había que empezar a pedir justicia”, asegura Paola Auban, la hermana de la víctima. Y no es para menos, pues el fiscal José Argüello que llevó adelante la investigación, demoró tres años en establecer las posibles causas del hecho y encontrar a los presuntos responsables. Si bien, la familia Auban sospechaba del viudo, no encontraban ninguna prueba contundente y sostenible que lo demostrara.

LOS IMPUTADOS
Según el fiscal de instrucción, hubo pruebas suficientes para determinar que Bizone, Jonathan Arias, un joven con antecedentes de robo, y una tercera persona que aun no fue identificada, participaron del asesinato de Lorena. Ese tercero, podría tratarse de Alberto Flores, sin embargo no hay indicios de su presencia en el lugar de los hechos.

Cristian Bizone fue detenido cuando se encontró un bolso en la terminal de Córdoba con pertenencias de Lorena que habían sido sustraídas de la farmacia. Apareció allí adentro también un guante de albañilería, que luego de su análisis fue clave para que el viudo quede en la mira. Los perfiles genéticos que se detectaron en dicho guante serían compatibles a los de Cristian,   Lorena y a un tercero no identificado. Cabe destacar que en el rostro golpeado de la joven, se halló un hilo del guante en cuestión.
En tanto, Arias fue relacionado al hecho y posteriormente detenido a raíz de la declaración de una mujer vinculada al ambiente de la prostitución, a la cual el hombre le habría confesado que “se les fue la mano” con la farmacéutica.

Por su parte, Alberto Flores el tercero de los imputados, se ve involucrado en la causa por encubrimiento. Él sería quien habría vendido el celular de Lorena en la Galería Norte del centro cordobés. Además conocía a Bizone de la noche, pues “El Calmado”, como lo conocen a Flores, trabajaba de seguridad en whiskerías y prostíbulos de la zona.

EL JUICIO
Finalmente y luego de cinco años de espera, llega la hora de la verdad. En un juicio por jurados populares en los Tribunales de San Francisco se definirá el destino de los imputados. Esta mañana a las 9 se dará inicio a las audiencias que recibirán más de 60 testimonios, y se desarrollarán en doble turno. De esta manera,  se extendería seguramente por más de una semana.

Si bien es inevitable comparar este hecho con el caso Urquiza 94, donde se descartó rápidamente la hipótesis del robo por la aparición de Forti y posteriormente del video de seguridad de Codini; en la investigación por la muerte de Lorena, quedan muchos cabos sueltos y las pruebas que sostienen la acusación del Fiscal Argüello a los imputados podrían no ser lo suficientemente sólidas.

Ahora es el turno de la Justicia, no sólo la familia Auban espera este momento, sino todos los vecinos de Arroyito, quienes se solidarizaron y unieron en marchas reclamando el avance de la investigación. Ahora es el momento, sólo resta esperar.

lunes, 12 de marzo de 2012

DETRÁS DE ESCENA: UTN SAN FRANCISCO

La Universidad Tecnológica Nacional,  se instaló en nuestra ciudad a fines de la década del 60 y comenzó a formar profesionales desde 1970. En aquella época, la Casa de Altos Estudios dictó a lo largo de dos años clases en un sector del edificio de la Comunidad de Hermanos Maristas, que había sido cedido para tal fin. La inscripción de alumnos era tan numerosa, que urgía la necesidad de contar con un edificio propio.


Finalmente y luego de una serie de tratativas, en agosto de 1974, la UTN se trasladó al lugar donde actualmente se encuentra, por Av. de La Universidad. El edificio está emplazado dentro de un predio de 40 hectáreas, cuenta con tres plantas donde alberga aulas, laboratorios, dependencias administrativas,  biblioteca. Además posee un playón deportivo con canchas de básquet, fútbol y hockey.




Al presente cuenta con cinco carreras de grado, Ingeniería Electromecánica, Ingeniería electrónica, Ingeniería en Sistemas, Ingeniería Química y Licenciatura en Administración Rural. Además esta casa de estudios ofrece carreras de pre-grado, post grado y diferentes tecnicaturas. En la actualidad, la UTN tiene 1800 estudiantes regulares, pero la cantidad de graduados varía de año a año, aun así es un número reducido en comparación a carreras ajenas a las ciencias duras.


La UTN continúa creciendo, apuesta a la construcción de un comedor universitario y aulas con mayor capacidad. Además, según el Ing. Daniel Ferradas, Decano de la Universidad, apuntan al progreso y a los avances, no sólo en materia de investigación, sino también en mejor calidad a la hora de estudiar. Y se atrevió a revelar un plan a futuro, de una residencia universitaria para todos los jóvenes que llegan desde otras localidades a formarse profesionalmente.


Cada una de las carreras tiene distintos grupos de investigación que llevan adelante diferentes áreas del conocimiento. La electromecánica, electrónica, ingeniería química  e ingeniería en sistemas. Los grupos cuentan con un docente investigador, otros docentes, alumnos y graduados.



"Tenemos alrededor de 50 alumnos participando en todos los grupos de investigación. La Universidad tiene un sistema de becas para incorporar a los alumnos a la investigación y a graduados para que trabajen en ello y luego se enlazan con las becas de pos grado, maestrías y becas doctorales", explica el Ing. Javier Saldarini, a cargo del Área de Ciencia y Tecnología. 






"Se apuesta a la generación de los propios recursos humanos", asegura Saldarini. Hay un laboratorio de máquinas eléctricas que se encuentra en el Parque Industrial,  en la empresa WEG, se hacen ensayos de motores eléctricos para todo Latinoamérica. Además, en el laboratorio del Área Química, se analiza agua, alimentos y efluentes. También tienen a cargo la auditoria de los alimentos y de las instalaciones de los comedores y las cocinas de Paicor.









La Universidad cuenta con una importante biblioteca y salón de lectura. Además tiene un sector donde los alumnos pueden acceder con modernos equipos a  bibliografía digital. 


Detrás de las aulas y laboratorios se encuentra el amplio campo de deportes, con canchas disponibles para que los alumnos puedan practicar. 









El Centro de Comunicaciones es uno de los pilares en materia de avance tecnológico. Cuentan con Internet 2. "Nos conectamos con cualquier universidad de mundo por medio de videoconferencia y estamos en vivo y en directo dialogando. Se usa mucho para capacitación", relata el Ing. Saldarini  Se pueden conectar hasta 18 puntos en simultáneo. Muchos docentes del exterior prefieren no viajar y utilizar este sistema para conectarse y dar conferencias.


Para quien nunca tuvo la posibilidad de ingresar, no imagina ni puede magnificar las dimensiones que tiene la UTN en nuestra ciudad. A través de estas imágenes intentamos mostrar,  acercar y difundir a los sanfrancisqueños lo que no se ve más allá del muro de ingreso.