MISMOS PRODUCTOS, PRECIOS DISTINTOS. Entre shops de estaciones de servicio en San Francisco más del 20% de diferencia al final del ticket.

Los servicentros o shops de las estaciones de servicio son lugares de compra en los que muchos hacemos parada para proveernos de algo, no sólo cuando vamos de viaje o cargamos combustible, sino cuando necesitamos por ejemplo, bebidas. Tienen una particularidad y es que se encuentran abiertos las 24 horas,  característica que muchos dueños de estaciones de servicio aprovechan quizás, para hacer económicamente, una buena diferencia.

Ante el supuesto de que los precios de las bebidas en los distintos servicentros de la ciudad variaban, recorrimos cuatro distintas estaciones para corroborar o bien para romper con nuestra percepción. Cerca de la medianoche del jueves visitamos la ESSO de Av. Cervantes y Caseros, YPF de Córdoba y 9 de Julio, Shell de Av. Urquiza y ESSO de Libertador Norte y Av. Rosario de Santa Fe.

Elegimos tres productos que son habitualmente consumidos y en los cuales presumíamos debían estar cobrándonos de más, ya que por inquietudes propias y además planteadas por algunos oyentes, decidimos dirigirnos directamente y comprobar. Compramos un energizante Red Bull, una coca de 500 cm3 y un jugo cepita chico. Las diferencias de precios fueron abismales.

Entre el total del ticket más alto y el más bajo hay una diferencia de 4,75 pesos, es decir de más del 22%. El más elevado fue el de YPF, que por la compra total nos cobró 21,75 pesos; mientras que en la estación Shell, por los mismos productos pagamos un monto de 17 pesos. Un gran contraste, ya que por tres simples artículos de consumo, estamos viendo una enorme diferencia.  

En la ESSO de Libertador Norte pagamos 20 pesos por los cuatro productos y en la ESSO de Cervantes y Caseros 18,50 fue el monto al final del ticket. En ninguna de las estaciones pagamos lo mismo, hubo variaciones entre 1,50  y 1,75 pesos. En Shell y ESSO de Cervantes, lo abonado no superó los 20 pesos, mientras que en las otras dos se pagó más.

Por producto  y atención

La bebida energizante es el precio que más difiere de un negocio a otro, pues de 9,50 pesos que sale en Shell, en ESSO de Libertador Norte lo encontramos a 13 pesos, más de 25%.  Es lógico que en alguna de las estaciones están metiéndonos la mano al bolsillo sin que nos demos cuenta. Es importante hacer una comparación de precios, aunque a veces por cercanía o comodidad vamos al servicentro de paso y no tenemos en cuenta lo que estamos pagando.

Las gaseosas, por ejemplo, tienen un costo de entre 5 y 6 pesos en todas las estaciones, al igual que el jugo que presenta una diferencia máxima de 50 centavos, lo encontramos a 2,50, 2,75 y 3 pesos. Para solo haber adquirido tres productos es muy amplia la variación de precios, ya que no es igual estar pagando un peso más una gaseosa.

Todos los servicentros que visitamos están muy bien provistos de mercadería, por lo que fue sencillo encontrar los tres productos. Por el lado de la atención, las dos estaciones ESSO hacen una pequeña diferencia, tienen su speech  de “Bienvenidos a la ESSO” y “Gracias por su visita”, sin embargo a la hora de cobrar con una sonrisa en el rostro, te ofrecen alguna de las promociones que tienen en el mostrador. Para ser del todo sinceros, quien ingresa al Servicentro de ESSO en busca de tres cosas, termina llevándose más de la cuenta.

De igual manera, cuando el vuelto son monedas o para “redondear” el monto, te ofrecen caramelos, chicles o alguna golosina de promoción. No fue sencillo en esta tarea, ya que de todas las maneras posibles intentan convencerte para que te lleves algo más, sólo dijimos no y pedimos el ticket. En las otras estaciones no fue muy diferente, allí no te quieren vender otras promociones pero sí cuando hay monedas de por medio, tratan de pasarte algunos caramelos.

Una característica que se repitió en las cuatro oportunidades fue que en ninguna estación nos dieron el ticket, sin tener que pedirlo. Para demostrar en esta nota la compra realizada era sumamente necesario, para poder verificar con el total en la mano dónde y cuánto estamos pagando de más.

Las cuatro estaciones recorridas tienen además mesas donde consumir, algunas con la llegada del calor las sacan afuera. Aun así hay otras que sacan sus mesas para que los clientes puedan fumar, luego de que la ley antitabaco entró en vigencia. Ya que en pleno invierno hay gente sentada fumando un cigarrillo a pocos metros del surtidor de nafta, sería un daño irreparable si algo llegara a suceder, pues representa un gran peligro.

Dentro de lo razonable, cada comercio es dueño de colocar el valor que considere a sus productos, siempre y cuando no represente un monto exorbitante. Del mismo modo que cada consumidor tiene derecho a optar donde hacer su compra. Ya lo corroboramos, estamos pagando grandes diferencias por los mismos artículos, nadie cuidará su bolsillo más que usted mismo, es su turno de elegir.