Día nublado en San Francisco, la humedad se hizo sentir no solo en las calles sino también en el rostro de María Cristina, que rompía en llanto con cada palabra que evocaba el momento en que abandonó a su hijo. Este mediodía, se puso de pie, abrazó a su marido, lo tomó de la mano, lo miró y con una sonrisa liberadora se retiraron juntos del edificio de Tribunales. El jurado la absolvió, pronto conocerá a su hijo, (que está siendo criado por el padre) y retomará su vida habitual. El fallo dejó conformes a las partes, sin embargo generó controversia en la opinión pública y entre los vecinos de la localidad.
María Cristina toma a su marido de la mano para abandonar Tribunales, junto a su familia |
Sin ánimos de hablar con la prensa, Gazzera recuperó su libertad |
Muy apegada a su padre, luego de conocer el fallo |
En la última jornada del juicio, que se extendió durante tres días, se vivieron momentos de gran nerviosismo sobre todo por parte de la familia de Gazzera, que permanecieron en la sala cabizbajos y muy dolidos. La lectura de los alegatos daba a esta historia un final cantado, pues el fiscal Pezzano, junto con el abogado de oficio, el Dr. Bianchi pidieron la libertad de la maestra. De igual modo lo hizo su abogado defensor, el Dr. Flores.
El Fiscal Pezzano comenzó exponiendo que la suma de los testimonios y las pruebas, daban por sentado la existencia del hecho, además de la autoría y la intencionalidad homicida. Argumentó que para alguien que no conoce de psicología, este aparentaba ser un hecho premeditado, pues por lógica y sentido común, lo que la mujer había hecho no era una conducta razonable de una persona que está en su sano juicio.
El Dr. Flores da detalles a su defendida |
Luego, el fiscal se preguntó si existía una tipificación jurídica en el hecho para atribuirle responsabilidad penal desde el derecho. Es allí donde leyó algunas partes de las pericias tanto psicológicas como psiquiátricas e hizo un paralelismo entre lo expuesto por los distintos profesionales a cargo, encontrando entre ellos grandes diferencias. Las primeras aseguran que María Cristina actuó conscientemente y con discernimiento, mientras que las efectuadas con posterioridad y por diferentes peritos, aseguraron que no premeditó el hecho y actuó conforme a su confusión ocasionada por su trastorno de disociación.
Estas doce personas decidieron el destino de la maestra |
Pezzano aseveró que los resultados disímiles de las pericias le originaron un estado de incertidumbre. Puso énfasis en uno de los pilares jurídicos modernos “In dubio pro reo”, es decir, la duda beneficia al imputado. No encontró responsabilidad penal en el hecho y solicitó la absolución de Gazzera. El Dr. Bianchi adhirió al alegato del Fiscal de Cámara y su pedido de libertad para la maestra.
Por su parte, el defensor de la mujer, el Dr. Flores comenzó demostrando su opinión coincidente con el Fiscal y además, presentó sus propias conclusiones. Resaltó las cualidades de Cristina que habían sido expuestas por los testigos allegados, como compañeras de trabajo y conocidos. Ellos pusieron de manifiesto que ella “daba la vida por su hija y por proteger a su familia”.
Además destacó los testimonios de los peritos en el día de ayer y los calificó de “clases magistrales”. Y aseguró que estas personas supieron cómo tratar a la peritada, qué preguntar, dónde debían hacer hincapié, sin manipular las respuestas. También el Dr. Flores recordó por medio de un resumen, el fallo del caso Romina Tejerina, e hizo un paralelismo con este hecho.
María Cristina y su marido fundieron en un abrazo ni bien se determinó su libertad |
Recordemos que Romina Tejerina fue condenada en 2005, en la provincia de Jujuy, a 14 años de prisión por matar a su hija recién nacida, fruto de una violación. En aquella oportunidad, uno de los fundamentos de la sentencia, que esta mañana Flores trajo a colación fue que “ella sabía lo que hacía, sólo porque pudo recordar”. El abogado finalizó diciendo que no existe ninguna duda de que María Cristina no pudo controlar lo sucedido, que no dirigía sus actos; y solicitó la libertad para su defendida.
Para terminar y antes de que el jurado pase a deliberar, Gazzera habló, dijo: “Quiero conocer a Juan (Salvador, el bebé) reconstruir mi familia, estar con mis hijos, poder cumplir el rol de mamá”. Mientras se le entrecortaba la voz y secaba las lágrimas de su rostro, la mujer ya veía venir este final, pues la palabra del Fiscal es de gran importancia para el desenlace de la historia.
Cristina y su madre, tan mencionada en todas las audiencias |
Le otorgaron la absolución, ahora podrá gozar de plena libertad, libertad que le permitirá retomar su vida, volver con sus hijos, sin embargo también podría permitirle crearse nuevas realidades y caer nuevamente. Retomando las palabras de Fiscal, al comenzar su alegato, sin dudas “este fue un final feliz de un hecho totalmente macabro”.
...sin palabras...
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