Las multitudes enardecidas por el fútbol trascienden cualquier frontera. Las nuevas tecnologías nos permiten estar al tanto del deporte mundial, ver resultados, seguir equipos e incluso ser hinchas apasionados. En San Francisco la venta de camisetas de clubes europeos es importante, sin embargo la vedette de las casacas es la verde de Sportivo Belgrano. Las familias sienten como obligación asistir al juego vestidos con todo el equipo, incluso las mujeres, que cada vez la compran más.
El primer acercamiento e interés de los argentinos por el fútbol del Viejo Continente, se dio con las historias y comentarios de los abuelos inmigrantes sobre aquél deporte en su tierra natal. Luego, a través de la prensa gráfica pudimos constatar lo relatado. Incluso seguir la carrera de jugadores argentinos vendidos a Europa. Más adelante con la aparición del cable en el hogar, ver juegos de otros países del mundo se hizo muy común.
Ser hincha fanático de un equipo nacional y uno europeo es algo corriente. Internet permitió no sólo ver resultados y seguir las campañas de los clubes del mundo, sino además poder disfrutar de este deporte entre equipos de Europa, Asia, África y hasta Oceanía en vivo y en directo. Cuadros que hasta la aparición de la web desconocíamos, hoy nos resultan familiares.
San Francisco, por supuesto, no es ajeno a este fenómeno. La forma de comprobar el grado de fanatismo de los sanfrancisqueños es conocer si compran camisetas de otros equipos del mundo. Marcelo Racca, dueño de Indumentaria La Bamba de nuestra ciudad nos puso al tanto de lo que acontece con la venta de remeras. El hombre dice al respecto: “Sí se vende la de Messi porque es furor en todos lados, cualquiera de las camisetas que buscan de Barcelona o de la selección, quieren que atrás les pongas el número 10 de Messi”.
Nadie pone en duda la maestría con la que el joven jugador del Barcelona se mueve dentro de una cancha, pero resulta extraño que los futboleros argentinos vistan una camiseta perteneciente a un club de otro territorio. Pues Argentina, ha demostrado ser un país fanático, devoto y con un gran sentido de pertenencia, en cuanto a fútbol refiere.
Verde que te quiero verde
A pesar de que se vende la camiseta de Barcelona, el número de remeras que salen no es significativo y contrario a lo que sosteníamos, en San Francisco tiene gran salida la remera del club local. “Antes se vendía la mayoría de Boca, River, de los grandes, más algo de los clubes cordobeses. Después se fue metiendo en Sportivo Belgrano, nosotros notamos en nuestro negocio que se vende mucho más de Sportivo que de otros clubes”, asegura Racca.
El comerciante pone de manifiesto algo que es característico de muchos hinchas, pues el fanatismo no soporta malas campañas. “Por supuesto –asegura el hombre- te tiene que ayudar la campaña, si es buena, la gente va a la cancha y compra; si la campaña es mala la gente no va ni la compra”. Y se lamenta que las ventas han bajado el último tiempo, debido al pobre desempeño del equipo.
No sólo se vende la camiseta, también artículos y accesorios que forman parte del merchandising. “Tenemos alguien que vende merchandasing de clubes grandes de Argentina y es el que me hace todo lo de Sportivo. Siempre hay alguna cosa nueva, para ir incorporando. De Sportivo tenemos más de cuarenta o cincuenta artículos, entre llaveros, relojes pulseras, relojes despertadores, todas las semanas hay cosas nuevas”, cuenta Marcelo.
Y tu mamá también
Hay otro punto que Racca manifesta y es cómo la mujer se ha ido incorporando al fútbol, antes era exclusividad de los hombres, hoy no sólo ellos van a la cancha con su casaca, también ellas deben llevarla. “Nosotros notamos en Sportivo cuando vamos, que cada domingo van más mujeres. Las campañas buenas van a llevar a que la mujer asista, mientras que no haya problemas y líos. Acá todavía estamos en una zona que no hay violencia, todavía eso no se ve. Entonces la mujer va, la familia va. Mucha gente lo toma como un paseo”, comenta el comerciante.
Según Marcelo, muchas mujeres se acercan al fútbol cuando son madres a través del Baby, cuando llevan a sus hijos a jugar y alientan desde las tribunas. Pero también están las otras que van a acompañar al marido, al novio o padres que llevan a sus hijas desde pequeñas. “Es común que las chicas quieran tener su camiseta en la cancha, es un ritual ir vestido con los colores del club, también para las mujeres, claro”, explica Racca.
El fútbol es pasión inexplicable de multitudes, en San Francisco, en Europa o en cualquier lugar del globo. Hoy la tecnología es la puerta de acceso a lo desconocido y su transformación a lo cotidiano. Aun así, lo local manda. La locura por la camiseta en nuestra ciudad no trasciende fronteras, nos da cita en Barrio Alberione cada vez que el equipo nos demuestra que aquí el fútbol también enamora.
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