ESTAFAS EN LINEA. Más intentos de fraude por medio de celulares en San Francisco

El famoso “cuento del tío” nunca pasó de moda, quizás fue el antecesor de los múltiples intentos de estafa que hoy son moneda corriente y sorprenden a cualquiera. Las nuevas tecnologías facilitaron el proceder fraudulento; internet y la telefonía móvil son los canales más utilizados en los últimos tiempos por timadores que pretenden a través de un engaño, robarle el dinero. En nuestra ciudad se conocen a menudo casos de este tipo.

Claudia es una mujer sanfrancisqueña que fue víctima de un intento de estafa. La semana pasada recibió en su teléfono celular, un mensaje de texto donde le decían que había ganado una de las cinco camionetas 0 km Chevrolet Captiva en el país. Las compañías móviles asociadas llevaban a cabo esta promoción. El mensaje, escrito desde un teléfono con prefijo de Buenos Aires, decía: “Telefonía móvil argentina. Te premia por mantener la línea activa. GANASTE una CAPTIVA 4x4 .L.T.Z Full. FELICIDADES, comunicarse y seguí disfrutando, muchas gracias”.

Desde el principio a Claudia le resultó sospechoso, sin embargo se comunicó para ver de qué se trataba. Sonaba raro, pero qué sucedería si fuese real, sería una oportunidad para no dejar pasar. Cuando llamó le dijeron que debía depositar el 18% del valor de la camioneta, que representaba el impuesto a las ganancias. Una suma de 37.750 pesos, ya que le decían que el valor real del vehículo era de 182.000 pesos. Sin embargo la camioneta tiene un costo real superior a los 200.000 pesos.

Ella preguntó quienes auspiciaban el concurso y le respondieron que el Banco Nación y el Banco Macro eran sponsors de la promoción. Claro que la mujer se dirigió de inmediato a dichas entidades, donde le negaron rotundamente tener relación con ese supuesto sorteo. Al siguiente día, Claudia volvió a comunicarse y en esa oportunidad le dijeron que la promoción tenía un vencimiento y que si no depositaba al menos 6.400 pesos, perdía la camioneta.

El último monto que le solicitaron, lo justificaron argumentando que era necesario para el patentamiento del vehículo y papeles. Con eso, solventarían gastos administrativos y el pago al escribano. La mujer debía girar el dinero por Western Union lo antes posible, de lo contrario perdería la camioneta.

La sanfrancisqueña, al cerciorarse que el premio era irreal y que se trataba de un intento de estafa, se dirigió al departamento de policía a realizar la denuncia correspondiente. Allí no le tomaron la denuncia, objetando que no se trataba de una estafa porque no se concretó el timo.

En la Argentina se acrecentó el número de delitos virtuales a raíz de la gran cantidad de teléfonos celulares. Y San Francisco no es la excepción. Esto le facilita a la delincuencia utilizar este tipo de ardides para conseguir acceso al teléfono y de ese modo trabajar ocultos desde las sombras. Algunos entregan premios ficticios, otros inventan secuestros, lo cierto es que por medio del engaño muchos maleantes logran salirse con la suya y quedarse con su dinero.

Cuando uno de estos mensajes o llamadas aparezcan en su teléfono, no dé números de teléfonos fijos ni de cuentas bancarias. No dé nombres ni direcciones, pregunte usted, no deje que lo interroguen y le saquen datos personales, pues ellos no tienen más que su número de celular. No crea en concursos o promociones de las que usted no ha participado. Haga todas las averiguaciones posibles y la denuncia correspondiente.

Es importante que casos como estos se difundan y sirvan de ejemplo, para que no se repitan y nadie caiga en las redes de estos estafadores. Se aprovechan de la credulidad y vulnerabilidad de la gente, se enriquecen a costas de la ilusión ajena sin reparo alguno.