Quien afirma y pregona que el tamaño es lo de menos, no se equivoca. Muchos sostienen que las grandes dimensiones son equivalentes a mejores y más lindas cosas, aquí le mostramos dos pequeños universos en San Francisco, en donde lo bueno viene en envase chico. Rosana y Plácido se dedican a las plantas en una dimensión distinta, unas requieren mucha paciencia y cuidado, otras en cambio son óptimas para los que tienen el tiempo de su día cronometrado.
Rosana hace casi diez años que junto a su madre se dedica al cuidado y colección de cactus. Tienen más de 700 especies de diferentes orígenes. Cuando comenzaron a notar que las mujeres pedían hijos de las plantas, vieron la veta comercial en esto, pues más allá del cactus en sí, Rosana puso énfasis en la presentación de los mismos. Macetas de diferentes colores, tamaños, estilos y formas, contienen en su negocio a distintas plantitas que no solo decoran la casa, sino que además son una excelente compañía.
Las cactáceas o cactus como son más conocidos, comprenden unas 2500 especies de plantas. Son asociadas de inmediato al desierto y es verdad, pues se trata de organismos adaptados para sobrevivir en situaciones de extrema sequedad. Están distribuidas por lugares de clima desérticos o muy secos, principalmente en América Central y América del Sur.
“Los cactus están de moda porque es una manera de tener algo verde, con vida y sin que dé tanto trabajo. Todas las decoraciones, generalmente en las casas nuevas, todas tienen cactus”, asegura Rosana. Las plantas que vende en su negocio de calle General Paz casi esquina Salta de nuestra ciudad, son de colección, es decir que no son comunes, probablemente no se vean en viveros.
Estas plantas carnosas y llenas de espinas, no precisan de un cuidado exhaustivo, solo del riego esporádico. Éste, inclusive en el verano, es una vez por semana y en invierno es prácticamente una vez al mes. Rosana cuenta que hay mujeres que viajan mucho y como los cactus no necesitan que estén siendo regados a diario, son ideales para departamentos o espacios chicos. “Es una moda cómoda”, afirma la mujer.
Los cactus pueden ser vistos hoy como las plantas del futuro, ya que la escasez de agua, con el correr de los años será cada vez mayor. Según Rosana, “Se usan mucho los jardines secos, con piedras, cactus. Están preparados para absorber toda el agua de lluvia posible, después por meses no llueve y van usando el agua que tenían absorbida y eso hace que aguanten tantos meses sin riego”.
Por otro lado, si las cactáceas son regadas en demasía se pudren, por lo cual el riego tiene que ser espaciado, se debe dejar secar la tierra y después volver a regar. “San Francisco es una zona extremadamente húmeda, por eso es importante aclarar -explica Rosana- que en esta zona es preferible tener los cactus en macetones y no en la tierra por la humedad”. Durante el invierno estas plantas no crecen, un dato de sumo interés es que cuando sean regadas debe dárseles mucha agua, no es correcto hacerlo con gotero.
El arte del bonsai
Como contracara de los cactus, que solo necesitan un riego semanal, y mínimos, casi nulos cuidados, se ubican los bonsai, a los que debe dedicársele especial atención y máxima dedicación. Para quien quiere incursionar en el arte, es importante conocer sobre esta técnica por medio de la práctica, claro que con un previo estudio de la misma.
Plácido es docente jubilado y hace casi quince años dedica sus ratos libres a la práctica del bonsai. En el patio de su casa tiene más de 20 bonsai de diferentes estilos y diariamente les brinda un cuidado muy especial. “Se trata de transformar la naturaleza en miniatura, es un arte que trabaja con seres vivos y depende de la intención, aspiraciones, deseos, experiencias de la persona que va a llevarlo a cabo”, asegura el hombre.
Bonsai es un término japonés, bon quiere decir bandeja y sai árbol, literalmente es traducido al español como árbol plantado en maceta. Sin embargo, cuenta Plácido, que mucha gente cree que se les pone algo raro para que se achique la planta o que se lo planta al revés. Se trata de una técnica para cortar las raíces de una forma especial para que adquiera la forma de la maceta, luego se da el estilo buscado a través de la poda y el alambrado.
Este jubilado docente no ha perdido el gusto por enseñar, ya que le explica la técnica a cualquier persona interesada en hacer sus propios bonsai. “Yo sigo experimentando, disfrutando, y enseñando a toda persona que se interese, en forma totalmente gratuita. El curso es sólo una entradita, es el puntapié inicial, porque después todo surge con la práctica, con la experiencia de cada uno”, asegura Plácido.
Existen diferentes estilos de bonsai, los azotados o soplados por el viento, el recto informal, con el tronco no derecho; estilo escoba, estilo enredadera. Dependen del tratamiento de las raíces y de la forma en que se le coloque el alambre. El hombre tiene el patio de su casa colmado de bonsai de distintas especies y estilos. Generalmente los árboles con los que trabajan los bonsaístas, se obtienen por semilla, esqueje que es lo que conocemos como gajo, comprando en un vivero o extrayendo del campo.
Existen muchos mitos acerca de estas miniaturas, como por ejemplo, que los arbolitos sufren por estar en una maceta y no poder crecer. No es real, ya que no crece porque tiene una nutrición reducida proporcional al tamaño del mismo. De igual manera con los cactus, su crecimiento dependerá del lugar que tenga. “Si vos lo tenés años y años en una maceta chiquita no va a crecer, va a quedar tipo bonsai”, explica Rosana.
Especies para el futuro
Para ambos coleccionistas y criadores, dedicarse a las plantas es un hobbie, genera en ellos una gran satisfacción. Cada especie requiere un cuidado diferente y un estudio constante, es importante conocer todo acerca de cactus y bonsai, no sólo para su mantenimiento, sino además por si quieren tomarlos como pasatiempo. Plácido señala que para él no se trata de solo una técnica con la que experimenta a diario, sino que las plantitas son una compañía.
Tanto los bonsai como los cactus son plantas que se usaron y aun se utilizan para experimentar, por las características de cada una. Los primeros son arbolitos que al parecer y según muchos bonsaístas sostienen, subsisten más tiempo que los árboles con su tamaño original. Y los segundos, por su naturaleza intrínseca de sobrevivir largos períodos sin agua, se encuentran en constante estudio para poder aplicarlo a otras especies.
“Mientras el bonsai es más viejo, más belleza adquiere”, afirma Plácido. Algunas teorías dicen que los bonsai duran más que los árboles en la naturaleza, por este motivo se está volviendo muy común, en España por ejemplo, que continúen con especies de árboles en extinción, por medio del bonsai.
El problema de la sequía en nuestro país es un tema de suma preocupación para quienes viven de los cultivos, ya existen muchas zonas desérticas, donde la tierra no tiene nutrientes. “Se está investigando el gen del cactus para poder en un futuro producir una planta, de soja o trigo que en la tierra resista la sequía que está padeciendo la región”, cuenta Rosana.
Para los amantes de las plantas y flores en su hogar, estas especies son un deleite, pero también para quienes un poco de verde les alegra la vida sin tener que dedicarles demasiado tiempo de ella. Existen pequeños universos en nuestra ciudad, si tiene un espacio reducido en su casa, son apropiados para usted, tamaños chicos, diferentes especies, para aquellos avezados o curiosos interesados, la clave está en descubrir en lo pequeño algo grandioso.
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