lunes, 12 de septiembre de 2011

EL SODERO DE MI VIDA. Un oficio con historia que no teme al paso de los años

El reparto a domicilio o delivery, como la cultura anglosajona nos impuso llamar, no es una práctica nueva. A lo largo del tiempo ha ido incorporando adeptos, por agrado o practicidad, prefieren recibir un producto en la comodidad de su hogar sin necesidad de moverse de allí. Sin embargo, mientras cada vez más comercios o industrias lo incorporan como un servicio adicional, algunos, pioneros en la materia, vienen transitando un largo camino en la entrega puerta a puerta. Es el caso del sodero, una profesión que traspasó el problema generacional.
Con los avances tecnológicos e industriales, muchos repartidores a domicilio se han ido extinguiendo, no han podido sobrellevar el abrumador paso del tiempo. Las formas de vida y el constante ajetreo diario, nos obligan a la rapidez y practicidad. Aun así, “hay algo que no se consigue en el supermercado y es la confianza de la gente”, asegura Darío Trotti, dueño junto a su padre, de la Sodería Edén en nuestra ciudad.
Darío y Víctor, hace más de 25 años que están inmersos en la industria de la soda, trabajan incansablemente y no dudan ni un instante en afirmar que el paso de los años los ha beneficiado. “A lo largo del tiempo la evolución ha sido buena, te compró el abuelo, te compró el padre y ahora te va a comprar el hijo. Además tenemos nuevos clientes, y un nuevo cliente se hace en base a lo que comentó otro cliente de la forma que uno tiene de atender”, explica Darío.


Darío Trotti comezando el reparto
(Fotografía tomada por Claudia Pioli)

Trotti cuenta que la sodería, aparte de ser un modo de subsistencia, es una forma de vida,  un trabajo como cualquiera puede tener, pero destaca que ellos se ocupan con gusto porque lo hacen con gente en el contacto diario. Asimismo no sólo trabajan ellos dos, a veces los chicos les ayudan, su madre colabora también. Por lo que el tema de la sodería es un trabajo familiar, donde “cada cual hace un poquito”.
Cuando esta familia comenzó con el reparto, los sifones eran de vidrio con cabezal de plomo y los cajones de madera, representaban un peso aproximado de 15 kilos. Pues lógicamente las innovaciones en materia de envases de plástico fueron positivas, ya que redujeron considerablemente su peso. Hoy los sifones son más prácticos, fáciles de levantar y transportar, además cuentan con un nylon que recubre el cabezal.
Consultado al respecto de los cambios a través del tiempo, dijo Trotti: “Sin dudas el cambio más importante fue el de los envases, hoy te dan una seguridad que antes no la tenías con los sifones de vidrio, se reventaba un sifón de vidrio, te hacía un daño terrible. Hoy te pega un susto y te moja nada más. Gracias a Dios, en ese sentido fue evolucionando para bien”.
Chivo expiatorio
Son habituales las bromas en casas que el sodero visita semanalmente, pues se hacen chistes a cerca de que es él el culpable de muchas cosas dentro de las familias. Se le adjudican hechos, hijos, amantes, pérdidas de objetos, entre demás cuestiones para las que el sodero se convierte en el chivo expiatorio por excelencia. Al tocar este tema, Trotti sonrió y confirmó lo que planteamos, “es verdad, siempre el sodero es el culpable de todo”, exclamó.

Tiempo atrás, una telecomedia puso en énfasis  el mítico oficio de sodero, como “el Don Juan”. Claro está que era una ficción, aun así permaneció por largo tiempo en el imaginario colectivo, la idea del “Sodero de mi vida”. Hasta una melodía sumamente pegadiza acompañaba la tira protagonizada por Dady Brieva y Andrea Del Boca, que como toda novela televisiva tuvo su influencia social y marcó una época.
Confianza ciega
El hombre está convencido de que el oficio de sodero no se extinguirá, ya que la tecnología no maneja valores imprescindibles para su trabajo. Como es el caso de la confianza extrema hacia él. “En la camioneta, tengo 30, 40 llaves de casas de familia que equivalen a una puerta falsa o a un garaje, una pieza o algo donde el cliente te deja los sifones para que vos vayas y los cambies. A eso me refería antes, a la confianza que te da la gente para entrar en una casa, y hoy eso es bastante delicado”, asegura Darío.
Este padre de familia, de 44 años de edad, explica que la confianza es tan grande, que hace muchas de veces de psicólogo o consejero. “Sé secretos de gente, de mis clientes, que se lo cuentan al sodero o hacen un comentario, parece que vos llegás a la casa y el cliente se desahoga con vos”, cuenta el hombre. Además afirma que nunca defraudaría la confianza de sus clientes por no tener que hablar, dice: “Si me está contando algún problema que tiene, nunca lo ventilaría por toda la ciudad, no tiene sentido”.
Si hay algo que caracteriza a Darío y su padre es la seriedad con la que se manejan diariamente en su trabajo. Reparten en diferentes puntos de la ciudad y también en la vecina localidad de Frontera.  La gente espera toda la semana la llegada del sodero, pues es uno de los pocos antiguos repartidores a domicilio que subsisten, y que el paso de los años no apabulló. Es lógico que sus clientes estén acostumbrados a recibir en su casa la soda, una oreja y por supuesto una sonrisa.

viernes, 9 de septiembre de 2011

UN VUELO SIN DESTINO. La tragedia del avión AVRO LINCOLN. Un sanfrancisqueño tripulaba la nave

Los albores del otoño de 1950 en nuestro país, más allá de la época gloriosa del peronismo,  significó para once familias el comienzo de una búsqueda incesante, cargada de dolor, teñida de desesperación e incertidumbre. Aquél 22 de marzo tres aviones Avro 694 Lincoln de la Fuerza Aérea, despegaron en una misión de entrenamiento de navegación hacia Tierra del Fuego. Ante una fuerte tormenta, dos regresaron, el restante desapareció. Entre los tripulantes se encontraba un sanfrancisqueño, el Sargento Adelmo Amoroso.



En 2011 se cumplieron 61 años del terrible episodio, en el tiempo transcurrido no se investigó cuales fueron las causas, cómo había acontecido y qué sucedió con los restos de los tripulantes.  En abril de 1983, cuando se cumplían 33 años de ausencia, los deshielos dejaron al descubierto vestigios de un avión. Una expedición que cruzaba la Cordillera los encontró y empezó a armarse el rompecabezas, sin embargo no se dieron a conocer mayores detalles.


En marzo de 2009, un grupo de turistas australianos en excursión, encontraron partes de la máquina siniestrada y restos óseos. Este nuevo hallazgo determinó la formación de la Comisión de Familiares por la Repatriación y Restitución de los restos de los Tripulantes del Avro Lincoln B-019, quienes junto con diversas autoridades del Ministerio de Defensa, la Cancillería y las fuerzas aéreas de los gobiernos de la República Argentina y de Chile, solicitan la recuperación de los cuerpos de sus familiares.


Los restos encontrados dos años atrás a orillas del Estrecho de Magallanes, fueron estudiados y analizados por expertos en la materia. Lamentablemente, los resultados  oscurecieron la esperanza de familiares y amigos; pues los cuerpos hallados en 2009 no pertenecían a la tripulación. Tras practicarles una serie de estudios, los forenses descartaron que se traten de restos de los tripulantes. Los huesos hallados pertenecerían a pobladores que vivieron entre los años 1680 y 1800, casi tres siglos antes.

Restos hallados a la vera de los glaciares


El día del siniestro

Aquella fecha, tres aviones Avro Lincoln MKII de la Fuerza Aérea Argentina, matrículas B-019, B-026 y B-013, despegaron de la base aérea de Villa Mercedes (San Luis), en una misión de entrenamiento. El jefe de escuadrilla era el capitán  Mendioroz, que comandaba el B-019; la otra máquina la comandaba el capitán Naveiro y la restante el capitán Borderes Castex, según relata el historiador José Alberto Navarro en su sitio web.

Luego de hacer una parada en Río Gallegos para cargar combustible, los aviones de combate levantaron vuelo con lapsos de cinco minutos de diferencia entre ellos, con destino a Ushuaia. Las condiciones climáticas eran excelentes y los aviones tenían buena comunicación entre sí mediante el uso de radios de alta frecuencia. Cuando estaban llegando a Tierra del Fuego la situación climática empeoró, dos de los aviones retornaron a la base, pero el B-019 nunca volvió. Después de 48 horas de búsqueda sobre la zona del lago Fagnano, lugar del último reporte radial, el avión se declaró desparecido.

Aparte del sargento Adelmo Amoroso, integraban la tripulación el piloto de la máquina, capitán Bautista F. Mendioroz y los tenientes Raúl J. Zarzuela (copiloto); Emilio Barros y Carlos Marcos Modolo (navegadores); el suboficial auxiliar José Enrique Marcuzzi  y el sargento Adrián E. Heynen  (radiotelegrafistas); el suboficial auxiliar José Antonio Bianchi (mecánico); el sargento Héctor Oscar Ibañez, y los cabos mayores Federico Nicolás Pacheco y Humberto Francisco Losardo.

 “Caído por la patria”
Cuando uno ingresa al cementerio local, puede observar a su izquierda un monolito homenaje al sargento Adelmo Carmen Amoroso, uno de los tripulantes desaparecidos en el accidente, oriundo de nuestra ciudad. Muchas veces pasamos por allí desconociendo de qué se trataba ese pedestal de mármol, con una hélice y la leyenda “Caído por la patria”. Quizás para la mayoría no representó importancia, pero debemos saber que ese joven servía al país en la Fuerza Aérea y perdió su vida en una misión.

Adelmo Carmen Amoroso vivió  en San Francisco largo tiempo, junto a sus padres, Mario Amoroso y María Morero, y Nino, el hermano menor. Su padre - relata Navarro-, tenía instalado un negocio de peluquería denominado Salón Azul que se encontraba en el local ubicado en 25 de Mayo al 1500, y luego se trasladó a su domicilio de calle Belgrano, entre Colón y España. 

La familia Amoroso era oriunda de Buenos Aires, pero se radicó  en San Francisco a finales de la década de 1930, aproximadamente.   Adelmo, junto a su hermano formaron parte del equipo de básquetbol del Club El Ceibo, durante los primeros años de  vida de la entidad  desde 1943 en adelante. El  baloncesto, por entonces, era todavía una novedad en San Francisco  y sólo lo practicaban unos pocos  grupos barriales, explica en su página el historiador.



Cuando el joven egresó del colegio secundario, se incorporó a la Fuerza Aérea Argentina, siguiendo una vocación hondamente arraigada en su espíritu joven. Su contracción al trabajo, un carácter dócil y una clara inteligencia lo hicieron merecedor del afecto y el respeto de sus amigos y camaradas de armas, estos valores le permitieron ascender prontamente en el escalafón militar.

 

En aquél momento, la noticia de la desaparición del avión estremeció a la ciudad de San Francisco, pero con el paso de los años esta historia fue desvaneciéndose. En ocasiones y cuando algo nuevo surgía al respecto, los medios nacionales levantaban la noticia y el caso se posicionaba por uno o dos días en la agenda. Aun así, es una historia que todos los sanfranciqueños, aun los más jóvenes deberían conocer. Sin dudas, esta es una de las tantas historias que la ciudad con sus 125 años tiene para desempolvar, hacer memoria y mostrar a todos sus habitantes.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

MÁS MÚSICA, MUCHO SEXO Y TODA EL ALMA EN UNA NOCHE INOLVIDABLE. Ricky Martin en Córdoba

La majestuosidad, el erotismo, la belleza y la música descendieron anoche en un Orfeo con más de diez mil almas vibrantes. Ricky Martin presentó su nuevo trabajo “Música+alma+sexo”, ante un estadio colmado de fans, con un espectáculo que duró aproximadamente dos horas y tuvo todos los condimentos necesarios, para que este sea considerado uno de los mejores shows del año de la capital cordobesa. Romántica 90.7 estuvo ahí.

Gran cantidad de fanáticos agolpados en las inmediaciones del Orfeo aguardando la apertura de la puerta de ingreso. Suerte que el clima primaveral acompañó a la fila de casi diez cuadras antes del acceso, ideal para vendedores ambulantes de remeras, vinchas, gorras y cualquier otro elemento que se les ocurra con la cara y la firma del cantante. A las 20 horas se habilitó el ingreso y la cola de gente comenzó a marchar a paso lento.
Dentro del estadio, un público muy heterogéneo en cuanto a sexo y edades, aguardaba impaciente la aparición de Ricky. Sin embargo, como es habitual en sus espectáculos, la mayoría eran mujeres de entre 20 y 50 años, una franja que incluye madre, hija y por qué no abuela. Sin dudas, el fanatismo y devoción por el cantante se aleja por completo de una cuestión generacional.
Cerca de las 20.30 subió al escenario el grupo Miranda, que ofició de banda soporte. La aparición del cantante boricua estaba prevista para las 21.30, pero como es común en la mayoría de los espectáculos de este calibre, tuvo una demora razonable. Finalmente minutos antes de las 22, se hizo presente en el escenario. Una imponente puesta en escena dio inicio a una verdadera fiesta.


La escenografía, un tanto futurista pero simple acompañó al artista, pocos elementos, además de una estructura de hierro desde donde hizo su primera aparición. Sólo banquetas, sillas y un sillón fueron necesarios para las coreografías planteadas. Un grupo de bailarines de hombres y mujeres lo acompañó de una manera excepcional. Interpretó canciones de su nuevo disco, con su respectivo baile.
Cada uno de los temas y el show íntegro, giró en torno a la declaración sobre su homosexualidad. Pues se trató de una presentación que apuntaba a la diversidad, la tolerancia e inclusividad, no solo por la preferencia sexual sino también “por todo aquél que se siente desigual”, como dice el estribillo de “Será” una de sus nuevas canciones con la que abrió el espectáculo. En dos oportunidades, el recital tuvo partes en donde alguno del grupo de músicos o bailarines contó en un video su historia y el por qué alguna vez se sintió discriminado. Algo completamente distinto y original para un show de esta magnitud.
Como no podía ser de otra manera, y para todos los fans de años, regresó a través del tiempo con letras como “El amor de mi vida”, “Vuelve”, “Fuego contra fuego”. También una parte la dedicó a canciones movidas que requirieron que todo el público presente se pusiera de pie a bailar. Una sola crítica a un recital extraordinario, el portorriqueño cantó varios temas en su versión en inglés; teniendo en cuenta que estaba en un país de habla hispana, debería haber optado por cantar en su idioma. Más allá de eso, por supuesto nos sacamos el sombrero y aplaudimos de pie.
El show se extendió por casi dos horas, cambió su vestuario en algunas oportunidades y sazonó  de una manera increíble cada una de sus canciones. Agradeció a Córdoba y a la Argentina por ser un país inclusivo. Cargado de erotismo y mucha sexualidad, como él mismo había prometido para esa noche, hizo temblar a la multitud y, una vez más, reafirmó su grandeza como artista.
Noelia, la ganadora de la entrada
Noelia Juncos fue la flamante ganadora de la entrada para ver a Ricky Martin en el Orfeo. La joven de 26 años sigue al artista desde pequeña y confesó estar impactada con el show. “Es la primera vez que lo veo”, contó emocionada.
Fue una sorpresa para Noelia haber ganado el concurso, pues su madre había llenado el cupón por ella y no le había contado. “Un vecina me fue a decir a mi casa que había ganado la entrada y a mí me costaba creerlo porque yo no había llenado ningún cupón”, relató la afortunada. Después le habló la mamá para decirle que ella había sido quien completó con sus datos para que la joven cumpliera el sueño de ver a su ídolo. “Es hermoso, estoy muy contenta”, confesó Noelia quien no dejó de tomar fotografías durante show.

lunes, 5 de septiembre de 2011

MORTEROS: MIENTRAS DORMÍAS. Un "vigía urbano" sería el entregador en el robo a la familia Coraglia.

Detuvieron a uno de los implicados en el asalto a la familia Coraglia de la localidad de Morteros. Recordemos que en enero de 2010, fueron  víctimas de un violento robo en su domicilio. El episodio tuvo como protagonistas a Pedro Coraglia, su esposa y su pequeña hija de 10 años. En horas de la madrugada, un grupo de tres malhechores armados ingresaron a la vivienda, golpeando y reduciendo a la familia. Se llevaron diversos elementos del hogar y una camioneta. En diálogo con 90.7, la fiscal Croppi relató los avances en la investigación.
La Fiscalía con la colaboración de Investigadores de Policía Judicial y de la Policía local llevaron a cabo la investigación. Dos de los sujetos sospechados se domicilian en la ciudad de Córdoba, a los fines de su detención se ordenó el allanamiento de sus viviendas. El procedimiento se realizó en la madrugada del día viernes, no se realizaron las detenciones correspondientes porque no se encontraban, sin embargo se secuestraron parte de los elementos sustraídos a Coraglia.
El restante sujeto sospechado ya se encuentra detenido en Bower como presunto autor además, del robo al local comercial Meroli Hogar en Barrio General Paz en Córdoba en el mes de diciembre de 2010. Sin embargo, la investigación indicaba que faltaba un nexo entre los asaltantes y el blanco, es decir, la casa de Coraglia.  Por lo cual, se ordenó la detención de un sujeto sospechado de ser la conexión local.
Se trata de Claudio González Sánchez, quien sería el entregador. El pasado viernes fue detenido en horas de la tarde. Este hombre es electricista y vigía urbano de la localidad de Morteros. Trabajaba para el señor Coraglia haciendo arreglos eléctricos, por lo que el hombre tenía gran confianza en él, razón por la cual fue recomendado por la víctima para el puesto de “vigía urbano”.
Los vigías urbanos son agentes de seguridad privada que recorren la ciudad por la noche realizando prevención y vigilancia para alertar sobre alguna situación sospechosa o evitar que se cometa algún delito. Estos agentes dependen operativamente de la policía local y están intercomunicados a través de teléfonos celulares. Es paradójico, pues quien debería velar por la seguridad de los vecinos, podría desvelarse por señalar la casa más lujosa, la familia más adinerada, el blanco justo para los delincuentes.
La pregunta ineludible es, si realmente es necesario contar con un grupo paralelo de seguridad que controle y esté alerta de lo que acontece mientras dormimos, cuando se trata del trabajo intrínseco de la policía. Luego de lo sucedido, es probable que se deba crear un tercer comando que alerte cualquier rareza entre los mismos vigías.
Claro está que el hecho generó gran conmoción en la ciudad, y es lógico, la comunidad se movilizó pidiendo mayor seguridad. Aun continúa patrullando este grupo, alertando movimientos extraños o sospechosos, sin embargo hasta dónde se puede confiar en que vigilen nuestro sueño y no nos lo arrebaten al despertar.

martes, 30 de agosto de 2011

15 AÑOS DE PRISIÓN PARA MORLACCHI. Celos, desconfianza y una obsesión fatal.

En la audiencia de hoy en Tribunales se leyeron los alegatos y finalmente, minutos antes de las catorce horas el Tribunal procedió a dictar la sentencia. Maximiliano Morlacchi pasará quince años en prisión por haber acabado con la vida de su pareja, en agosto de 2010. Recordemos que el joven de 25 años de edad, ahorcó a su concubina Yanina Bustos de 20, con quien además tenía un hijo en común. El pequeño de tan sólo 5 años estaba presente mientras se producía el hecho.

Con una sala colmada de familiares, amigos y periodistas, se puso fin a este caso, que conmovió no sólo a la ciudad de Morteros,  sino a la sociedad en general. Pues la convivencia o concubinato no están tipificados por la Ley, de esa manera el hecho se trataría de un homicidio simple, sin el agregado de “agravado por el vínculo” y le correspondería una pena menor a la perpetua.
En primer lugar fue el turno de la Fiscalía, el fiscal Pezzano comenzó señalando algunos puntos importantes de las declaraciones de los testigos. Destacó que no existe duda de cómo se produjo el hecho ni tampoco de la autoría, sin embargo plantea que Morlacchi debió premeditar lo que sucedió. El imputado sabía que su pareja ya no lo quería, que además se mensajeaba telefónicamente con otros hombres y que no tenía intenciones de volver con él, aun así seguía insistiendo con volver a estar juntos.
Recalcó el fiscal, que los integrantes de la familia Morlacchi  que prestaron declaración coincidieron en que Maximiliano estaba mal por la existencia de los mensajes de texto en el celular de su novia. Y que tomó muy mal la separación de Yanina, estaba triste, dolido por la infidelidad.
Además, la madre de la víctima dijo que Morlacchi amenazaba de muerte a su hija, la maltrataba, le mezquinaba la comida y no quería a la familia Bustos; todo esto sumado al hecho de violencia que vivieron en la noche del 31 de diciembre de 2009, cuando el joven le propinó un golpe a Yanina.
Pezzano refirió en varias oportunidades a los testimonios de las primas, la cuñada, una amiga y un tío de la joven. Todos coincidieron en que había problemas entre ellos hace un tiempo y que la amenaza con quitarse él mismo la vida si ella no volvía a la casa. El Fiscal aseguró que estas amenazas eran advertencias, a las que no se prestó atención. Morlacchi estaba obsesionado y enfermo de los celos, llegó a decirle a Sergio Grimaldi, tío de la víctima, “si ella no es mía, no va a ser de nadie y si es necesario para enderezarla o cambiarla, la voy a moler a palos”. También en otra oportunidad, Grimaldi debió quitarle una escopeta que traía el joven para que no cometiera una locura.
La Fiscalía determinó que Morlacchi tenía premeditado lo que iba a ocurrir, encontró una solución violenta a la infidelidad. Advirtieron que matarla delante del hijo, constituye un agravante, del mismo modo haberlo hecho en un camino rural donde ella no tuviera posibilidad de pedir ayuda o defenderse. Solicitaron una pena 16 años de prisión. A ese pedido  de condena adhirió el abogado querellante, Gustavo Tévez.
Éste último afirmó en su alegato que Morlacchi sabía perfectamente lo que hacía y que ni los rasguños que le provocó Yanina, ni la presencia del hijo  lograron frenar su accionar. El joven estaba obsesionado, padecía como bien lo mencionó el Dr. Vignolo por medio de las pericias, de celopatía. El Dr. Tévez manifestó que Morlacchi fue quien provocó la discusión en el auto, que luego desencadenó la tragedia. También, el querellante afirmó que las amenazas y sus actitudes eran indicios de lo que podía suceder. “Dejó de advertir cuando supo que Yanina ya no volvería con él”, destacó el abogado.
¿Un asesino inofensivo?
Por su parte, el Dr. Trucco, abogado defensor de Morlacchi aseguró que el joven no sabía lo que hacía, no era consciente de sus actos, es decir, que actuó en un estado de emoción violenta. Por otro lado, Trucco pone en duda el maltrato hacia la víctima y la existencia de mensajes de texto de Yanina hacia su cuñada. Leyó los mensajes del celular de su concubina y no coincidían con lo expuesto por la testigo, Aguirre. La misma afirmó que el mensaje decía que estaba amenazada por Morlacchi, que la iba a matar y que iba a mandar a matar a Marcelo, su hermano. Pero en realidad el mensaje decía lo siguiente: “Me amenaza que se va a matar, ya me tiene podrida”.
El abogado expuso que no podía inferirse que iba a matarla porque tenía la idea fija de quitarse él la vida. Además recalcó que los celos existían y su insistencia en volver, era por eso. Sin embargo, aludió a lo demostrado por el Dr. Vignolo, quien después de realizarle las pericias psiquiátricas pertinentes, aseveró que “Morlacchi no era un hombre peligroso”. También se refirió a que no pueden arrojar conclusiones que se aparten de las pericias sin pruebas o argumentos científicos. De todos modos, una persona que mata no puede ser considerada inofensiva bajo ningún punto de vista.
El Dr. Trucco aseguró que Morlacchi estaba dispuesto a perdonarla, sin embargo el detonante de su reacción fue que ella reconoció la traición y eso le  produjo un agravio moral y amoroso a su defendido. Solicitó que se lo ampare en el artículo 81 del Código Penal, donde se refiere al estado de emoción violenta. Por todo ello, pidió se le otorgue el mínimo de la escala penal prevista que es de un año, es decir que, contando desde el día del hecho en que Morlacchi se entregó a las autoridades, ya la habría cumplido por lo que debería ser puesto en libertad.
Luego de todo lo expuesto, y de un cuarto intermedio de poco menos de una hora, el Tribunal leyó la sentencia. 15 años de prisión por la muerte de Yanina Bustos, su concubina. Ese tiempo, ni ningún otro no le devolverá la vida a la joven ni borrará de la memoria de ese pequeño niño, el momento en que su papá lo privó de crecer sin su madre.
La urgencia de un cambio constitucional que contemple la figura del concubinato, es esencial, pues cada vez más parejas optan por la convivencia sin paso previo por el Registro Civil.

lunes, 29 de agosto de 2011

OTRO CASO DE FEMINICIDIO. Por no estar casados legalmente, podría salvarse de la prisión perpetua

Ayer se desarrolló la segunda jornada del juicio a Maximiliano Morlacchi, quien en la tarde del 7 de agosto de 2010 en la localidad de Morteros, acabó con la vida de su pareja, Yanina Bustos, en presencia de su pequeño hijo. Un caso más de violencia familiar al extremo, aun así tiene una particularidad que ha sido materia debate en la radio,  pues el imputado y la víctima no estaban legalmente casados. Por dicho motivo, el caso fue caratulado como homicidio simple, lo que dejaría exento de cadena perpetua a Morlacchi.
En el transcurso de la mañana en Tribunales, se tomó declaración a nueve testigos. Entre ellos, dos hermanos del imputado, una amiga y dos primas de la víctima, una vecina de la familia Bustos, la pareja de una tía y la cuñada de Yanina, también una oficial que receptó un pedido de ayuda de la joven. Y por último, solicitado por la defensa de Morlacchi, el Dr. Trucco pidió que se incorpore la declaración del Dr. Mario Vignolo, a cargo de la realización de las pericias y la autopsia.
La primera en prestar declaración en la sala de audiencias fue la amiga de Yanina, Cintia Amado. La joven recordó la relación que tuvo con la víctima y que mientras permaneció en pareja con Morlacchi, ellas dejaron de tener contacto, pues al imputado no le gustaba que se juntara con ella. Cabe destacar, que hacía poco más de 15 días que estaban separados. El último tiempo, cuando la pareja se separó, ellas volvieron a frecuentarse y allí le contó que “él la maltrataba y que la hermana y la madre de él le hacían desprecios”.
También recalcó varias veces que Morlacchi la amenazaba con que él iba a quitarse la vida si ella no volvía. Además la víctima le advirtió en alguna oportunidad que “él no era lo que aparentaba, detrás de esos anteojitos”. Al parecer, el joven la celaba mucho, era muy posesivo con su mujer. Cintia destacó algo muy puntual, dijo que el pequeño no recibía golpes del padre, pero que el día del hecho, el niño estaba muy nervioso y le contaba a la abuela como había sido todo, “papá le hizo así, después así y yo le dije que no le hiciera eso a mamá”.
Luego llegó el turno de los hermanos del imputado, primero Luciano y después Natalí. Luciano relató que ese sábado recibió el llamado de Maximiliano que le decía que había matado a Yanina. Éste viajó hacia Morteros, porque vive actualmente en Sunchales, y allí acompañó a su hermano a entregarse a la comisaría. Declaró que no se veían muy seguido con el imputado, pero sí se hablaban. En una oportunidad le contó que descubrió unos mensajes de texto de alguien a su pareja y eso lo puso muy mal.

A posteriori, su hermana Natalí narró cómo fue aquél día trágico, cuando Maximiliano buscó el auto de su casa con el pequeño hijo y de allí no supo nada más, hasta que recibió el llamado en donde le confesaba que había matado a Yanina. Ella no podía creerlo, quedó consternada hasta que su hermano volvió y le contó lo sucedido. El niño estaba lloroso, triste, no entendía muy bien lo que estaba pasando.
Aproximadamente veinte días antes de lo ocurrido, Morlacchi le sacó el teléfono celular a Yanina y lo llevó a la casa de Natalí para que ésta le leyera los mensajes. Allí descubrió que tenía algún tipo de vínculo con alguien, y que a menudo le enviaba mensajes de texto. “Esto lo hizo sentir muy mal porque él la quería mucho”, comenta la hermana. Los dos hermanos de Maximiliano se mostraron un tanto dubitativos en sus respuestas, pero ambos destacaron que el joven nunca fue violento.
Después fue el turno de una vecina de Olga Bustos, la madre de la víctima, que no aportó datos de gran relevancia, excepto que ese día lo había visto a Morlacchi buscar a Yanina de la casa. Además especificó que lo conocía y que era un buen chico, dijo: “Nunca me esperé esto, me quedé helada”.
Violentas contradicciones
La Oficial ayudante en Morteros, Daniela Vincenti, fue la siguiente en prestar declaración. Una semana antes del homicidio, Yanina había ido a la comisaría porque estaba muy preocupada por lo que Maximiliano pudiera hacer. Varias veces el joven la había amenazado con quitarse la vida si ella no volvía con él. Estaba obsesionado, pues él quería volver pase lo que pase y ella no.
La mujer policía le preguntó a la víctima si ella quería hacer alguna denuncia por violencia, a lo que respondió que no, que con ella no era violento. Sin embargo, la declaración de la amiga reflejaba lo contrario, que Yanina recibía con frecuencia el maltrato de Morlacchi. Además, varios testigos pusieron de manifiesto una pelea que la pareja tuvo en Año Nuevo, el 31 de diciembre de 2009 y él la golpeó.
Declararon también dos primas de la víctima, Micaela y Nair, ambas confirmaron que la joven se escribía mensajes con un chico de San Francisco, después de separarse de su pareja. Las dos afirmaron que él era muy celoso y desconfiado de todo lo que ella hacía, de con quién salía. La primera de las primas, contó que Yanina tenía intenciones de irse de Morteros, porque de otra manera él no la dejaría vivir tranquila.
Por su parte, hubo dos testimonios que fueron sumamente importantes, en primer lugar Cristina Aguirre, la cuñada de la víctima, esposa de Marcelo Bustos. La mujer recordó haber recibido un mensaje de Yanina, donde le decía que estaba mal y tenía miedo porque Morlacchi la había amenazado con matarla y mandar  a matar al hermano.
El otro testimonio importante fue de Sergio Grimaldi, concubino de una tía de Yanina. Este hombre dijo que el imputado le había dicho en una oportunidad, “yo la quiero, si no es mía no es de nadie. Para enderezarla o cambiarla, la voy a cagar a palos”. Al parecer era el objetivo de Morlacchi, amedrentarla, amenazándola e intentando manipularla para que la víctima se quedara con él, aun sin amor.
Ese sábado trágico
El doctor Mario Vignolo, a pedido de la defensa del imputado, declaró al mediodía en la sala de audiencias. Contó que encontraron a la víctima en una alcantarilla por un camino rural a unos kilómetros de la ciudad de Morteros y que la joven había sido estrangulada. Además trajo a colación que el relato espontáneo que realizó aquella tarde era concordante con la pericia psiquiátrica posterior. El médico certificó que presentaba un estado de pasión desenfrenada y planteó la diferencia con emoción violenta. También  aseguró que “Morlacchi no es una persona peligrosa”.
Al finalizar la jornada en Tribunales, el imputado pidió perdón a su hijo, a su familia y a la de Yanina y recalcó: “Nunca quise llegar a esto”. Respondiendo a interrogantes del Tribunal, del Fiscal Pezzano y el Dr Tévez, abogado querellante, explicó paso a paso cómo sucedió el hecho. Iban a un cumpleaños en Brinkmann y a pocos kilómetros de salir, comenzó a hablar de los mensajes de texto y entablaron una discusión. Ella le sacó la llave del auto, se bajaron y él empezó a ahorcarla frente a su pequeño hijo, con una bufanda que ella llevaba puesta. Cuando se dio cuenta que la mujer estaba sin vida, decidió esconder el cuerpo en una alcantarilla. Sin embargo apenas regresó a Morteros se comunicó con sus hermanos y se entregó a la policía.
Luego de un día bastante extenso con las declaraciones, hoy escucharemos los alegatos de las partes y el veredicto final. Veremos si la justicia llega a todos los rincones y ampara a todos por igual. Lo cierto es que Yanina no ya no está, más allá de tener papeles o no de esa unión, su concubino la mató y el pequeño de solo cuatro años presenció cómo su papá iba quitándole la vida a su madre.

jueves, 25 de agosto de 2011

DIGAMOS BASTA, EL SILENCIO ESTIMULA AL VERDUGO*. Ley de Violencia familiar en práctica en San Francisco. Lo que hay que saber.

Los hechos violentos en el seno de la familia inquietan, preocupan e involucran a muchos sanfrancisqueños. Para algunos, los golpes y las agresiones tanto físicas como verbales se han convertido en un hábito de convivencia. Dominar, someter, controlar o agredir a alguien en el ámbito de la familia constituye violencia. En la Secretaría de Violencia Familiar de San Francisco se reciben a diario entre dos y cuatro denuncias.
En marzo de 2006 entró en vigencia en la provincia de Córdoba la Ley 9283 de violencia familiar. La misma comprende a todas las personas que sufriesen lesiones o malos tratos por parte de algún integrante del grupo familiar. Es importante destacar que éste último abarca el matrimonio, vivan juntos o separados; los padres, hijos, abuelos, primos, tíos; los concubinos, novios, relaciones homosexuales, etcétera.
Cuando hablamos de violencia no sólo nos referimos al maltrato físico, sino también emocional o psicológico, sexual y económico. Es toda acción, omisión o abuso que altere la integridad física, psíquica, moral, psicoemocional, y/o la libertad de una persona, aunque esa actitud no configure delito, según reza la Ley.
Dónde recurrir
A partir de 2007 funciona en el segundo piso de Tribunales de nuestra ciudad, la Secretaría de Violencia Familiar, donde se reciben denuncias de manera especializada. En San Francisco hay dos lugares donde pueden recurrir las víctimas, una es esta secretaría y la otra es la policía. Es sumamente importante tener un buen asesoramiento, donde le dirán como proceder, además de recibir la contención necesaria por parte de profesionales.
La Dra. María Giletta de Azán, jueza a cargo del área dice: “Si la persona que efectúa la denuncia no quiere darse a conocer y tiene miedo de represalias, puede pedir reserva de identidad o hacer la denuncia anónima a un 0800. Todo lo demás es por escrito”, además destaca que el procedimiento judicial es gratuito, de acuerdo a lo que establece la Ley.
“Hay mucha gente que viene a asesorarse, que no está en condiciones de denunciar porque primero necesita ayuda psicológica, fortalecerse. Porque hay gente que no puede pedir la exclusión del hogar y arreglarse sola,  porque han dependido siempre del maltratador”, explica la Jueza.
Lo primero es tomar conciencia de lo que está sucediendo dentro del grupo familiar, luego animarse a contarlo y en última instancia a realizar la denuncia correspondiente. A partir de allí los jueces tomarán las medidas que frenen o eviten la violencia, luego llamarán a una audiencia a las partes para que éstas sean oídas y se les explique cuáles serán los pasos a seguir.
Contención emocional
En San Francisco, pueden acercarse a la Asistencia Pública en calle Colón 163, donde encontrarán a Rodrigo Beccaría. Él es un asistente social designado por el Ministerio de Justicia de la provincia de Córdoba que elabora el diagnóstico de situación. Las personas pueden pedir asesoramiento allí, tienen que dirigirse entre las 13 y las 17 horas.
“Rodrigo tiene grupos de ayuda a la víctima, charlas donde asisten por un periodo de tiempo, hasta que formulan la denuncia. Hay mujeres que no quieren hacer la denuncia, que directamente buscan un abogado para poder divorciarse, o retirarse del hogar, dejar constancia de porqué se retira del hogar. No hay una regla, cada caso es diferente”, cuenta la Dra.

En el artículo 21 de dicha Ley, se explica cuales son las medidas cautelares ante la denuncia de la persona maltratada. Se denominan así porque son disposiciones urgentes y a la vez provisorias que el Juez determina, hasta que se cita a audiencia a las partes. Además, entre otras cosas, de prohibir el acercamiento y la comunicación, se dispone de algo sumamente novedoso. Tres hoteles en la ciudad, con los cuales el Tribunal Superior de Justicia tiene convenio, para albergar por dos o tres días a la víctima, hasta tanto se solucione su problema habitacional.
Línea de ayuda
La denuncia debe hacerse dentro de las 72 horas desde que se conoció el hecho de violencia y en situaciones de alto riesgo, tiene que hacerse de inmediato. Puede efectuarla cualquier persona que tome conocimiento de lo ocurrido. En el caso que quiera resguardar su identidad, sea la víctima o un tercero, puede comunicarse al 0800-888-9898. Después de realizada la denuncia, alrededor de 10 días de adoptada la medida cautelar, el Juez convocará a una audiencia, a los efectos de su evaluación.
En 2009 hubo 489 denuncias y se determinaron 35 exclusiones del hogar, en cambio el año pasado disminuyó el número de casos denunciados a 459, pero aumentaron las exclusiones a 55. Es decir, que fueron menos exposiciones; aun así fueron hechos más graves, de acuerdo a la cantidad de exclusiones que se dispusieron.
Esta Ley tiene por objetivo prevenir la violencia, descubrirla a tiempo, atender y derivar eficazmente a las víctimas y a fin de cuentas terminar con la violencia familiar. Es lógico que la persona suela demorar en denunciar, porque tiene miedo, está asustada, teme a represalias. Pero es importante que se detenga a pensar lo que le está sucediendo, trate de identificarlo como un hecho nocivo y que tiene solución, antes que el golpe sea grande y el daño irreversible.

*Elie Wiesel.  Premio Nobel de la Paz 1986
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DURMIENDO CON EL ENEMIGO. Testimonio de una madre desesperada.
Norma es una mujer trabajadora, madre de cuatro hijos, que lucha incansablemente por el bienestar de su familia. Toda su vida debió soportar el maltrato de su esposo, agresiones de todo tipo, que la humillaban y sometían.  El pasado 8 de junio, cuando esta vecina de la localidad de Josefina, llegó  a su casa, una carta la esperaba. En esas líneas, su hija de 9 años le contaba que su padre la violaba en reiteradas ocasiones desde que tenía cinco años de edad.
Sin dudas fue para ella la peor noticia que podía recibir, pues era fuerte para soportar golpes y maltratos de ese hombre, pero jamás toleraría que él abusase de su propia hija. “Ella me dijo que desde los cinco años que lo hace, que la manosea en cualquier lugar de la casa, en nuestra habitación, en la cocina. Nunca la penetró, porque cada vez que intentaba, la nena gritaba”, relata la madre con mucho dolor.
La pequeña no le contaba a su madre porque él la amenazaba que le iba a pegar hasta matarla, además le decía que nunca iban a creerle que hubiese sucedido eso. Cuando la mujer se entera su marido no estaba en la casa, pensó en primer lugar esperarlo y hablar con él, pero la nena le suplicó que no lo hiciera, “No por favor, papi nos va a matar me decía”, recuerda la señora.
Entre lágrimas y un inmenso pesar, Norma dice: “En la carta me contaba que el papá la violaba cuando estaba borracho. Ella cada tanto, me va contando cosas que le hacía, porque quedó muy mal mi hija”. Y agrega: “Hubo casos en que él no estaba tomado cuando la abusaba”. Según la mujer, el hombre siempre la golpeaba, la agredía tanto física como verbalmente, pero a los hijos nunca  los había tocado.
Luego de que esta madre se anoticia de lo sucedido, llamó de inmediato a la familia del marido, pues él es albañil y se encontraba haciendo changas. “Le hablé a la familia de él, ellos querían que lo corriera de la casa pero que no dijera nada. Les dije que no, que es un caso grave y además es su hija. Entonces fui a denunciarlo y ahí desapareció”, cuenta la mujer con mucha indignación.
La madre quiso efectuar la denuncia en Josefina, de allí la mandaron a Frontera y finalmente pudo denunciarlo en Rafaela. En barrio Acapulco, donde ella vive, le dijeron que no podían tomarle declaración porque estaban arreglando un patrullero, y desde Frontera la llevaron directo hasta Rafaela. “Ese mismo día lo denuncié, pero ya han pasado más de dos meses y no tengo noticias”, explica temerosa la mujer.
La familia del abusador lo defendía, querían convencer a Norma de que su hija mentía. Sin embargo, desde aquél día en que se enteró, no volvió a verlo. Desapareció de la casa, de su vida, de la ciudad, aun así la mujer teme por su seguridad y la de sus hijos. Tiene miedo que al salir de la casa, el hombre la aborde, la lastime e incluso la mate.
17 años violentos
La mujer pone al descubierto su padecimiento, cuenta cómo durante 17 años fue víctima de la violencia, debió pasar situaciones muy dolorosas y traerlas a la charla en este momento la hacen más fuerte, pues lo que pasó, según ella no se compara con haberse metido con su hija. “Él cada vez que llegaba tomado me golpeaba, fresco también. Me ha tirado con pavas de agua hirviendo, me amenazó con un revólver. Lo denuncie hace mucho una vez, pero yo tenía miedo porque él siempre me amenazaba. Pero esta vez dije basta, había tocado a mi hija”, narra la mujer.
Las sucesivas veces que sufrió el maltrato de este hombre sin escrúpulos, Norma lo soportaba por sus hijos, pero principalmente por miedo a lo que podía llegar a pasarle. Ella no dependía económicamente de su esposo, siempre fue el sostén de su hogar, sin embargo resistía, “se equivocó porque el tocó algo que va más allá de todo. Yo por mi hija voy a dar la vida, no voy a parar hasta verlo preso”, explica la señora.
Cuando Norma se iba a trabajar, le decía a su esposo que cuidara bien a la pequeña.  “Quedate tranquila, nadie va a tocar a la nena, me decía, claro…  si la tocaba él”, cuenta la mujer conteniendo el llanto. Asegura que nunca se dio cuenta lo que sucedía y se culpa por ello. La niña odia profundamente a su padre y es lógico porque con cada cosa que relata, cada detalle, vuelve a vivir aquellos momentos de oscuridad.
La pequeña hoy está muy bien, gracias a una psicóloga que la atiende en Rafaela, aun así  no quiere salir de la casa, tiene miedo que el padre venga y la busque. Es comprensible después de todo lo que debió atravesar en soledad sin poder contarle a nadie, ni siquiera a su propia madre. El hombre creyó que está vez también su abuso pasaría inadvertido como tantos años de maltrato indiscriminado. Sin embargo, se equivocó, porque Norma no lo perdona y está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias, para que la impunidad deje de amparar al verdugo.