jueves, 21 de junio de 2012

HERIDAS QUE AUN SANGRAN EN SAN FRANCISCO. Una mujer dolida cuenta su historia

El pasado 23 de marzo, durante un acto escolar en la escuela Profesor Bailón Sosa, uno de los docentes de la institución, Aníbal Gaviglio, refutó con vehemencia los dichos de Mirta Gallegos, esposa del Dr. Boscarol, víctima de los militares. Además aseguró que los desaparecidos de la dictadura no fueron 30 mil, sino muchos menos. La polémica generó un importante revuelo en la sociedad sanfrancisqueña y especialmente entre los miembros de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia. Hoy la señora del médico pidió su derecho a réplica.
Prof. Aníbal Gaviglio
El dolor de la señora Gallegos no es comparable a ningún otro, no sólo las fuerzas policiales mataron a su esposo sino que luego de 38 años debió pasar por una situación incómoda, pues Gaviglio puso en duda lo que Mirta hacía varios días venía relatando en diferentes escuelas de la ciudad. El docente  dijo que José Luis Boscarol murió en un accidente de auto cuando huía de la policía, luego de haber copado junto a otras treinta personas del ERP la fábrica militar de Villa María.
Amparó sus dichos en una supuesta familiaridad con Boscarol y que por eso sabía cómo habían sucedido las cosas. Por otro lado manifestó que Gallegos no sabe qué pasó porque ella estaba prófuga. “Sí, eran parientes muy lejanos con José Luis, sin embargo eso no implica que él sepa y tenga la verdad y mucho menos hable con esa liviandad de un hecho tan doloroso”, explicó Mirta.
En una extensa charla, la mujer nos narró todo lo sucedido aquél agosto de 1974, acompañándolo con pruebas documentales que acreditaron su relato. José Luis Boscarol se dirigía con un compañero en su automóvil por la ruta 36 camino a Alta Gracia, cuando fue interceptado por un patrullero, cómo no se detuvieron, los policías comenzaron a disparar y Boscarol desvió el auto, perdió el control y dio varios vuelcos. Los dos estaban con vida cuando los uniformados los vieron y los trasladaron al hospital de Alta Gracia.

Esta versión es lo que realmente ocurrió y  se desconoció hasta la aparición de los expedientes del juicio que iniciaron por la toma de la fábrica en Villa María. Allí declararon tres policías que dejaron al descubierto que el médico no murió en el accidente, sino que ambos fueron trasladados con vida. Sin embargo, es claro que la persecución y la balacera fueron los factores determinantes para que falleciera, la actitud represiva de las fuerzas de seguridad.
Los oficiales Ramírez, Fernández y Peters declararon en la causa, este último manifestó: “El auto estaba con las ruedas para arriba, notándose que había dado varios tumbos, encontrándose una persona sentada, pero inconsciente del lado derecho y del mismo lado, como si hubiese rodado, otra persona boca abajo (…) El que estaba sentado estaba inconsciente pero con vida y el otro también estaba con vida, los trasladaron al hospital de Alta Gracia”.



Parte de una declaración del Cabo Peters, en el expediente del caso de copamiento de la fábrica militar de Villa  María en 1974, allí manifiesta que Boscarol no murió en el accidente.

“El sacarlo con vida en esa época significaba que no iban a ir a buscarlo con una camilla, si se estaba desangrando no lo iban a curar. Lo deben haber tirado y dejado morir”, contó Mirta. Lógicamente, sostiene la mujer, que todos los medios en aquél momento estaban dirigidos por los militares, las cosas que se publicaban eran convenientes para ellos, por ese motivo tampoco se podría haber leído lo que realmente pasó.
Gaviglio no solo desestimó lo relatado por la señora Gallegos, sino que además afirmó que ella también participó en la toma de la fábrica en Villa María. Él está convencido porque lo leyó en un libro de un ex cuñado de la mujer que noveló todos los hechos, pero, según la mujer, no es verídico. “Yo ni siquiera había leído ese libro ni sabía de su existencia. A raíz de eso además se generaron problemas en la familia”, confesó Mirta.
Por otro lado, el profesor de la polémica aseguró que la señora del doctor cobró una importante suma de dinero por la desaparición de su marido. Luego de una serie de cartas documento intercambiadas entre Gallegos y Gaviglio, y ante la negativa de retractarse del docente, Mirta decidió dar a conocer sus pruebas y demostrar que nunca mintió.
Mirta, junto a Susana Crosetto y María Depetris, está escribiendo un libro acerca de los desaparecidos de la dictadura en San Francisco y la región. El mismo contendrá testimonios y comentarios de los familiares y amigos de cada uno. Tuvieron un trabajo muy importante de investigación y recopilación de datos que en los próximos meses estará publicado. Sería más que injusto que un hombre ponga en duda una historia, que por más increíble e impensada que sea, en algún momento formó parte del presente de una generación.

2 comentarios:

  1. Parece mucho mas veridica la historia que cuenta ese gran prfesor, el señor Gaviglio.
    Lo apoyo completamente a el y a la verdad desinteresada!

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  2. Lindo doctor este, seguro que iba a una emergencia con una pistola... Y ahora debemos pagarles y mantener y las viudas de estos criminales terroristas y honrarlos como martires..???
    Con respecto a la version, si das varios tumbos en un auto sin cinturon lo mas probable es que no sobrevivas. Y si murio rumbo al hospital y/o en el hospital...???
    Yo tambien tengo familiares que pelearon para el ERP y por desgracia se salvaron, pero igual no sirven para nada.... Y no dejaria que se mienta si los hubieran matado.
    Aguente el valor las fuerzas de seguridad y dejense de joder con el curro de los DDHH!!!

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