jueves, 22 de diciembre de 2011

ABUELOS, ESTO NO PARECE PERO ES UN ASALTO. Cómo las financieras roban a los jubilados sanfrancisqueños

La estafa a jubilados a través de préstamos económicos, por parte de mutuales,  financieras e incluso los mismos bancos se ha convertido en los últimos tiempos en moneda corriente en la ciudad de San Francisco. Por necesidad la persona acude a estos lugares en busca de una ayuda, comprar algún medicamento, acceder a un bien material o abonar gastos pendientes, solicitan un crédito y al cabo de dos años, terminan pagando un interés de más del 100% de la suma prestada.



Los abuelos son el grupo etario más vulnerable a estos fraudes, sobre quienes fijan su mirada aquellos inescrupulosos que se aprovechan de esa debilidad para su propio beneficio. Los ancianos se preocupan por la inseguridad, temen ser asaltados, que abusen de ellos, sienten pánico de que un ladrón los aborde, sin embargo muchos desconocen que de manera silenciosa pero con una habilidad increíble son víctimas de grandes estafas.
Existen financieras, ocultas a veces en mutuales o cooperativas que terminan sacando importantes beneficios, no solo con los intereses que cobran producto del crédito que descuentan de los haberes, sino también de la cuota social que obligan a abonar a los abuelos. En muchos casos estas cuotas societarias se extienden por largos periodos después de saldar el préstamo, dejando así importantes ganancias para estas empresas que no prestan otro servicio que no sea el financiero.

Una comparación desinteresada
Con la excusa de solicitar un préstamo para un familiar jubilado, visitamos tres empresas de la ciudad y el Banco de Córdoba, nos brindaron información acerca de cómo ser beneficiarios del dinero y además la forma en que sería descontado mensualmente. Con una tasa fija por mes y un interés que a simple vista parece mínimo, el jubilado acepta y cae en un inmenso engaño. Paga dos veces más del monto entregado y la cuota social que se le descuenta del sueldo, pero de la que no recibe ningún beneficio.
Los requisitos son los mismos en todos lados, último recibo de sueldo, un impuesto o servicio a nombre del jubilado y el DNI. Con el recibo podrían saber cuál es el ingreso de la persona para así evaluar cuánto puede prestársele y cuánto descontársele, pues las financieras sustraen directamente la cuota del crédito del sueldo de la persona. Más allá de que el básico de un jubilado nacional ronda cerca de los 1200 pesos, estas empresas poco serias no reparan en mostrarles todo el dinero junto, haciéndoles  creer que para devolverlo, por mes es un descuento mínimo.
La primera financiera que visitamos, una pequeña oficina por calle Alberdi, se negó a darnos información sin contar con los últimos tres recibos de sueldo del jubilado, además de tratarnos de manera poco amable. Si de esta forma se dirigen a los abuelos que se acercan a pedir un préstamo, dejan mucho que desear. En la segunda, por calle 25 de Mayo, con más seriedad nos informaron montos, tasas e intereses; claro que uno viéndolo así en porcentajes o en infinidad de cuotas en el momento no alcanza a visualizar la cantidad de dinero que a la larga esto representa.
Esta compañía financiera ofrece ventajas como “a sola firma y sin garantías” y “cuotas fijas y en pesos”, por otra parte el que le descuenten directamente del recibo de sueldo, significa para muchos jubilados, una mayor comodidad, pues acercarse hasta la oficina mes a mes para ir saldando la deuda representa una preocupación. Aun así, que estas empresas tengan acceso a los recibos de sueldo de la gente no es menor.
Por un monto de 2500 pesos, tienen una financiación de un mínimo de 25 cuotas, sin embargo los representantes de atención al cliente aconsejan por ese monto, una financiación en 31 cuotas, descontando del recibo 147,82 pesos mensual. Es decir que para un jubilado nacional que cobra el básico de 1200 pesos, esta extracción representa el 12, 5 % de su sueldo, durante dos años y medio. Una particularidad de esta financiera es que por mes se descuenta solo la cuota del crédito, no paga cuota social. Por supuesto que mientras más cantidad de cuotas, menor será el monto mensual a pagar y mayor el interés.
El beneficio obtenido por esta cooperativa en 31 cuotas, como nos aconsejaron, es de 83,2 % más al crédito otorgado. Es decir, en cifras, por 2.500 pesos, al finalizar las cuotas, el jubilado terminaría pagando 4.528 pesos. Con la ventaja de que no tiene que abonar cuota social ni gastos administrativos extras.
Otro de los lugares consultados fue Ayudas Económicas, una financiera a domicilio, que no tiene oficina, deben hablar por teléfono y una de las representantes se acerca hasta la casa del jubilado para asesorarlo sobre el préstamo que desea solicitar. Lo poco que nos dijeron bastó para hacer un cálculo de la suma que estarían sacándole a los abuelos mensualmente.
Aquí, por un monto de 3.000 pesos a pagar en 30 cuotas, estamos hablando de 169 pesos por mes. Lo que representa un total de 5.070 pesos, con el interés sería menor el costo a la financiera anterior; sin embargo, aquí nos hablaron de una cuota social  de 18 pesos, que habría que sumarla a los 169 del crédito. Es decir, por 3.000, al cabo de 30 meses deberíamos pagar 5.610 pesos.
Luego de un análisis de los montos, del altísimo interés y del costo que significa para un jubilado sacar un crédito personal, sin dudas estamos frente a un robo. Es inaceptable que los mayores deban pasar por situaciones como ésta, tengan que sufrir un recorte tan importante en sus haberes, simplemente por solicitar unos pesos extra. Un caso puntual fue el de una mujer sanfrancisqueña que pidió un préstamo de 2.000 pesos a la Mutual Provincial de Rosario que le financiaron en 24 cuotas de 186 pesos, más una cuota social de 40 pesos por mes. Es decir que de 2.000 terminó pagando 5.424 pesos, más del doble de lo solicitado.

El banco no se queda afuera
Para realizar un paralelismo, averiguamos además en el Banco de Córdoba, cómo puede hacer un jubilado para acceder a un préstamo de dicha entidad. El requisito primordial e indispensable es ser jubilado provincial, pues los nacionales no tienen acceso a crédito en el banco de la provincia, argumentando que el descuento correspondiente mensual se  hace de los recibos de sueldo expedidos por la provincia.
Para saldar la deuda por un préstamo de 2.500 pesos, deben pagarse 31 cuotas de 145,11 pesos por mes. A lo que debe sumarse una cuota social de 38 pesos que incluye el mantenimiento de la Tarjeta Cordobesa, en caso de tenerla, la tarjeta Bancor y el préstamo otorgado, entre otros gastos administrativos.
En un lapso de  dos años y medio, el jubilado estaría pagando aproximadamente un 130 % de interés del monto solicitado. Esto nos demuestra que el banco, a pesar de ser una entidad instalada, fuerte y de la provincia, es quien roba sin reparo a los pobres jubilados que en una situación  apremiante piden una mano que los ayude.

Para tener en cuenta
Tanto en nuestra ciudad como en cualquier otra que operen estas financieras, cuando el jubilado o pensionado quiera tomar un préstamo, porque necesita el dinero, es importante tal como Anses recomienda, asistir acompañado, leer atentamente y preguntar todo aquello que no entienda del formulario. Siempre solicitar copia del contrato y en ningún caso firmar hojas en blanco.
En el caso de que el beneficiario preste su conformidad, puede ocurrir que no sea informado correctamente sobre las condiciones de los descuentos o que la información que se le suministre sea engañosa. Además, como asegura Anses, la cuota mensual del préstamo no puede superar el 40 por ciento del haber neto, es decir lo que se cobra en mano. Siempre es conveniente antes de realizar cualquier operación que pregunte si tiene que pagar la cuota de afiliación, que le llaman cuota social. Muchos jubilados no lo saben y luego terminan siendo víctimas de fraude.
Los aburridos textos de letra chica en los contratos suelen encerrar sorpresas, es así que al monto del capital e intereses más gastos administrativos, debe agregarse también la cuota de la mutual, todo lo cual sumado representa en oportunidades reintegrar mucho más del doble en  a veces tan sólo 12 meses.

En este terreno, estafadores, abusadores, y usureros encuentran fertilidad para sus andadas, la urgencia por obtener el dinero y la asimetría que existe entre jubilados y financieras, es para ellos la escena ideal. Para prevenir acciones deshonestas y verse enredados en una deuda de nunca acabar, es conveniente que se asesoren correctamente, pues los ladrones no todos asaltan a punta de pistola.

1 comentario:

  1. Que hace la ley o en su defecto, la "Justiscia" para ramediar esto si es una Estafa, es un Delito,el Código Penal es claro. Además por que la ANSES se presta de intermediario? Como es posible que se violen las normas y no haya ningún responsable preso,Además es el Gobierno el mayor Estafador en todo caso ya que miira para otro lado quedandose con el dinero de los Abuelos...

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